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lunes, 1 de febrero de 2010

Sida y Embarazo, Cuidado por trimestres

Primer Trimestre

Se deben realizar los exámenes prenatales habituales que se hacen a todas las mujeres embarazadas y que incluyen analítica básica con estudio de coagulación, serologías de otros virus o parásitos (rubéola, toxoplasma, sífilis, estreptococo), pruebas para detectar la presencia de enfermedades de transmisión sexual o hepatitis. También se hará un examen ginecológico, incluyendo citología. Además, se debe tomar la tensión y el peso.


Por otro lado, se deberán hacer recuentos de células CD4+ y de la carga viral, para poder así evaluar la actividad del virus del VIH durante el embarazo. De todos modos, hay que tener en cuenta que durante el embarazo se produce de forma natural un descenso en el recuento de estas células, que volverá a aumentar después del nacimiento. Esto es normal y no está relacionado con el VIH. Es algo que se tendrá en cuenta al tomar decisiones sobre cambios de tratamiento, es decir, en una mujer que estuviera estable antes del embarazo, una disminución de los CD4+ sin aumento de la carga viral no indicará un cambio de tratamiento inmediato sino observación ya que se puede tratar del proceso normal del embarazo y no de una reactivación de la enfermedad.

Otros consejos generales para cualquier embarazada son también válidos. Se deben tomar suplementos de ácido fólico desde el primer momento del embarazo (si es un embarazo planificado se puede empezar a tomar incluso antes del mismo). Abandonar el tabaco y el alcohol si procede. Se consultará sobre el riesgo/beneficio de continuar con algunos de los medicamentos que la mujer estuviera tomando (deben mantenerse sólo cuando los fármacos sean imprescindibles o si suspenderlos pone en riesgo la vida de la madre ). En algunas ocasiones, se puede optar por dejar de tomarlos durante unos meses, o se pueden cambiar por otros menos eficaces pero que supongan un menor riesgo. Los fármacos con peligro de teratogenicidad (de producir malformaciones fetales) lo son sobre todo en el primer trimestre.

Se debe evitar durante todo el embarazo el consumo de carne cruda, especialmente si la paciente es toxoplasma negativo, por el riesgo de contagio. La toxoplasmosis también puede contagiarse por el contacto con excrementos de gato, si estos son callejeros o salen a la calle con frecuencia, por lo que las pacientes con serología negativa deberán evitar el contagio con estos animales (no hay problema si el gato vive en una casa y no sale nunca a la calle).

Durante el primer trimestre las náuseas son frecuentes. Esto puede ser un problema de especial trascendencia en las mujeres seropositivas que tienen que tomar medicación antirretroviral que pueden no tolerar. Además los vómitos frecuentes pueden conducir a déficit nutricionales. En algunas ocasiones, como se comentará más adelante, se puede plantear retirar la medicación si no se asegura un buen cumplimiento en las pacientes, puesto que hacer mal el tratamiento puede ser peor que no hacerlo.

Segundo Trimestre

Se aconseja repetir los análisis de carga viral y recuento de CD4+ durante el segundo trimestre para ver si existen modificaciones que puedan inducirnos a cambiar el tratamiento que la mujer está recibiendo. Cuando la situación es estable no se hacen modificaciones. En caso de que las células CD4 disminuyan o que la carga viral aumente se harán cambios en el tratamiento con el fin de conseguir el mejor control de la enfermedad.

Si la enferma tiene criterios para sufrir una infección oportunista (si tiene un recuento de CD4+ por debajo de 200) es preferible que la medicación preventiva se inicie en este momento por ser el riesgo para el feto menor que durante el primer trimestre.

El peso y la tensión arterial se controlarán periódicamente. Se debe evitar un aumento excesivo del peso y la tensión no debe subir mucho. También se harán curvas de glucosa, si es preciso, con el fin de detectar una posible diabetes gestacional.

El ejercicio regular es útil durante el embarazo, para evitar un gran aumento de peso y para fortalecer los músculos y ayudar a la mujer a llevar el embarazo y el parto. Caminar y andar son los ejercicios más adecuados. También se debe vigilar el reposo, y se aconseja un mínimo de 8 horas de sueño. Con frecuencia las mujeres gestantes tienden a dormir más de lo que lo hacían previamente.

Tercer teimestre

Se repetirán nuevamente estudios de carga viral y CD4+. Por lo general, los consejos indicados en apartados anteriores son útiles también para este periodo.

Se debe preparar a la madre para el parto, en este momento se deberán tomar las decisiones sobre si éste será por vía vaginal o mediante cesárea. Es aconsejable que la mujer no se aleje demasiado de su lugar habitual de residencia cuando el parto esté cerca, puesto que es aconsejable que se dé a luz en el centro donde se siga habitualmente a la paciente.

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