Nada es para siempre. Y Whitney Houston es la demostración personificada de este dicho. De hecho deberían estudiarla en un capítulo de la polémica asignatura Educación para la Ciudadanía, como un ejemplo del daño que las drogas pueden llegar a hacer en las personas.
La antaño diva del r&b ha pasado por Corea del Sur para recordarnos lo que fue y ya no será, dejando para la posteridad una terrible interpretación de su clásico I will always love you, aupando a los peores concursantes de Operación Triunfo a la categoría de tenores.
Viendo el show, sólo nos cabe preguntarnos por qué esta artista no usa frases pregrabadas, como hacen la mayoría de los cantantes, para salvar los momentos más delicados de la canción. ¿Y dónde está el socorrido coro que la cubra en las notas altas a las que ya no llega? Whitney, búscate un buen representante que vele por ti...
Sube el volumen, tápate los ojos (porque su pelo achicharrado y ese vestuario tampoco contribuyen a mejorar la escena) y prepárate para sufrir...
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