Un recluso acusado de asesinar a un psiquiatra durante un asalto, cortó ayer en la cara con una navaja, a un capitán de la policía que investigó el caso, durante una audiencia a la que el oficial compareció como testigo.
El capitán Bartolo de los Santos Calderón, fue herido en la cara por el recluso Luis Alfredo D´Aza, al concluir ayer una audiencia en el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional.
El recluso D´Aza era sacado del tribunal luego que los jueces suspendieran la audiencia para una fecha próxima.
El imputado aprovechó un tumulto que se produjo a la salida del tribunal, sacó la navaja que llevaba escondida y le fue encima al capitán de los Santos Calderón a quien cortó en la cara.
De inmediato el oficial fue traslado al Hospital General de la Policía Nacional, donde fue atendido y le dieron diez suturas en la cara.
Tras la agresión los jueces del tribunal donde se produjo el incidente, doctores Antonio Sánchez Mejía, Gisell Méndez y July Tamariz procedieron a realizar un juicio en contra del imputado por delito de audiencia.
Durante el juicio se levantó un acta que fue remitida a la Procuraduría General de la República para que se de inicio a otro juicio contra el imputado por delito de audiencia.
El hecho se produjo cuando la custodia procedía a retirar a los acusados del tribunal, y D`Aza sacó una navaja y le lanzó un navajazo al cuello al testigo, por lo que éste se echó para atrás, pero fue alcanzado en la cara.
El imputado está acusado de asesinar al psiquiatra Miguel Rafael Pérez, junto a los reclusos
Alejandro de la Rosa Quezada y Carlos Arias Melo.
Además de homicidio los acusados están sometidos por violar la ley de porte y tenencia de armas de fuego.
El médico Miguel Rafael Pérez fue muerto de un cartuchazo en su residencia de la calle Florencia número uno en Arroyo Manzano, Arroyo Hondo.
El capitán de los Santos Calderón fue el oficial que apresó a los jóvenes luego de investigar el asesinato.
El incidente pudo degenerar en una tragedia debido a que uno de los custodios de los reclusos estuvo a punto de dispararle al agresor del oficial.
La rápida intervención de un capitán de la Policía Judicial evitó una masacre debido a la confusión que se produjo.
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