NUEVA YORK.- Muchos recordarán la trágica historia de la ecuatoriana Lorena Bobby, ocurrida en los años noventas, cuando la hispana le cortó el miembro a su marido, tirándolo en una calle y luego reclamó que las autoridades buscarán el pedazo que había mutilado.
La historia parece repetirse, esta vez con una mujer de California, identificada como Catherine Kieu Becker, de 48 años, quien le cortó el pene a su pareja de 51, luego lo tiró a la basura y le prendió fuego a los desperdicios tratando de quemar también el miembro.
El hombre, aun no identificado por la policía de Los Ángeles, fue ingresado de gravedad en un hospital.
La cadena de televisión KTLA detalló ayer que la pareja residía en la cuadra 14000 de la calle Flower, a donde policías llegaron para atender una emergencia médica, luego de recibir una llamada de la mujer.
Cuando los agentes entraron a la vivienda, el hombre estaba atado en la cama y desangrándose por la ingle. Las autoridades explicaron que la mujer drogó a la víctima durante la cena para dormirlo, lo amarró a la cama, tomó uno de los cuchillos de la mesa, esperó a que se despertara y se lo cortó.
La policía encontró el miembro en un contenedor de basura y lo entregó a médicos del hospital universitario de Los Angeles.
La historia parece repetirse, esta vez con una mujer de California, identificada como Catherine Kieu Becker, de 48 años, quien le cortó el pene a su pareja de 51, luego lo tiró a la basura y le prendió fuego a los desperdicios tratando de quemar también el miembro.
El hombre, aun no identificado por la policía de Los Ángeles, fue ingresado de gravedad en un hospital.
La cadena de televisión KTLA detalló ayer que la pareja residía en la cuadra 14000 de la calle Flower, a donde policías llegaron para atender una emergencia médica, luego de recibir una llamada de la mujer.
Cuando los agentes entraron a la vivienda, el hombre estaba atado en la cama y desangrándose por la ingle. Las autoridades explicaron que la mujer drogó a la víctima durante la cena para dormirlo, lo amarró a la cama, tomó uno de los cuchillos de la mesa, esperó a que se despertara y se lo cortó.
La policía encontró el miembro en un contenedor de basura y lo entregó a médicos del hospital universitario de Los Angeles.
En el interrogatorio la mujer les dijo a los investigadores que su esposo, con quien estaba en proceso de divorcio, se lo merecía.
Luego de cometer el hecho la mujer se entregó pacíficamente y fue conducida a la cárcel del condado Orange (California) y se le impuso una fianza de un millón de dólares.
Luego de cometer el hecho la mujer se entregó pacíficamente y fue conducida a la cárcel del condado Orange (California) y se le impuso una fianza de un millón de dólares.
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