SANTIAGO. Los agentes policiales del destacamento de San Víctor, donde ayer se produjo una balacera entre perredeístas y peledeístas que dejó un saldo de un muerto y varios heridos, no intervinieron para imponer el orden.
En el incidente resultó muerto el militante del PRD Antonio Peña Ramos, y algunos testigos dicen que los agentes policiales se ocultaron en el destacamento debido a la gran cantidad de disparos que se produjeron.
Testigos narraron que, previo a ese incidente, se produjeron altercados verbales y físicos entre los peledeístas y perredeístas que se posicionaron desde temprano en la tarde en el lugar portando banderas y afiches de los candidatos presidenciales de ambos partidos, con el propósito de darles la bienvenida a los vacacionistas.
Ramón de Jesús Peña Ramos, hermano de la víctima, culpó hoy al dirigente del PLD en San Víctor, Pedro José Fabelo, de supuestamente haber distribuido armas entre algunos de sus compañeros en el bandereo.
Todavía a media mañana de este lunes el cadáver permanecía en la morgue del hospital regional universitario José María Cabral y Báez, donde parientes hacían diligencias para llevarlo a San Víctor para velarlo y sepultarlo a las 6:00 de esta tarde.
Peña Ramos residía en la carretera principal de esa comunidad mocana, a la entrada de la vía que conduce hasta el paraje Los Amacelles. Fue impactado por un tiro en el hemitórax izquierdo que provocó su muerte de manera instantánea, en tanto que Diógenes Matos fue alcanzado por una bala en el muslo izquierdo.
El hermano del campesino muerto narró que otros incidentes se produjeron entre los seguidores de ambos partidos que se apostaron en el lugar y que en uno de ellos la señora Julia Morel, simpatizante del PRD, recibió un palo en la frente.
Peña Ramos negó que se produjera un intercambio de disparos entre los dos grupos, sino que fue solo desde el litoral del PLD desde donde se disparó “y eso lo demuestra que nadie de ellos resultó herido, mientras que mi hermano y Diógenes fueron impactados por disparos”. Relató que en principio los agentes policiales de puesto en el destacamento de San Víctor intentaron intervenir pero que, como consecuencia de la gran cantidad de disparos, optaron por refugiarse en el cuartel “porque no había manera de controlar el ataque de los peledeístas en contra nuestra”.
Peña Ramos dijo que horas antes de ocurrir la pelea se produjo una reunión entre los principales líderes de ambos partidos en ese municipio, acordándose que se colocarían en ambos extremos, pero sin portar armas ni ingerir bebidas alcohólicas “pero en la práctica no fue así, porque todo el mundo observaba que ellos, los peledeístas, estaban bebiendo, mientras recibían las armas de fuego”.
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