Una juez del Juzgado de Atención Permanente de Santo Domingo dejó en libertad, con el pago de una garantía económica de 100 mil pesos, a una mujer que decapitó a otra tras propinarle siete machetazos, en un barrio de Boca Chica.
Adelina García Méndez, acusada de la muerte de la señora Antonia Fonein Luis, fue favorecida con una garantía económica de 100 mil pesos como medida de coerción por parte de la jueza Rosalí Estéfani Yobianca Brito.
Según el abogado Ramón Lucas, parte civil constituida en el proceso, García Méndez es una confesa asesina, por lo que no entiende cómo la magistrada Brito la dejó en libertad con el pago de una garantía económica.
“Se trata de una confesa asesina que mató a esta señora por razones de celos, por lo que no entiendo cómo se le ha impuesto el pago de una garantía económica en vez de prisión preventiva como manda la ley”, dijo el abocado Lucas.
El incidente ocurrió el 16 de este mes, en el barrio Alto de Monterrey, de Boca Chica.
Fonein Luis fue ultimada de siete machetazos, incluyendo uno que le cercenó la cabeza y otro que le abrió el pecho.
Según el abogado Lucas, el conflicto ocurrió porque la agresora alegaba que la víctima sostenía relaciones con un hijo de ella.
Fonein Luis, de acuerdo al abogado Lucas, tenía tres hijo y fue asesinada en presencia de uno de tres años.
Recientemente, la señora Xiomara Margarita Arias, madre de un menor muerto de una puñalada en el tórax, en un colmadón de Manoguayabo, Santo Domingo Oeste, denunció que la juez del Juzgado de Atención Permanente de Santo Domingo dispuso la libertad del matador por el pago de una garantía económica de 20 mil pesos.
Arias, residente en la calle 15 en Arroyo Bonito, de Manoguayabo, se quejó del sistema de justicia que se aplica en el país y calificó de insensatas a la juez Rosali Yobianca Estéfani Brito, por disponer la libertad del homicida, y a la fiscal adjunta Isis de la Cruz Duarte por no apelar la decisión de magistrada.
Según el abogado Lucas, para muchos fue una sorpresa la decisión de la magistrada de dejar en libertad a la matadora.
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