El bachatero Antony Santos fue puesto en libertad a las 5:30 de la tarde de este viernes, luego de que entregaran a la Fiscalía los contratos que avalan el pago de la fianza de dos millones de pesos que le habían impuesto.
La Fiscalía ordenó que se ejecutara la sentencia del juez al recibir los contratos.
Una garantía económica de dos millones de pesos y presentación periódica, fueron las medidas de coerción que le impusieron este viernes al bachatero Anthony Santos por alegadamente violar la Ley 65-00, sobre derecho de autor.
Las medidas se las impuso el juez de Atención Permanente, José Alejandro Vargas, durante una audiencia que se prolongó por varias horas. El artista está acusado de plagiar dos canciones del cantante, criollo también, Ney Nilo.
Domingo Antonio Santos Múñoz, nombre de pila del artista, no podrá salir en libertad, no obstante, hasta que pague la garantía económica. Está desde las 3:00 de ayer en la cuarta planta del Palacio de Justicia, de Ciudad Nueva.
En la audiencia, Carlos Balcácer, abogado de la defensa, en sus conclusiones dijo que se prescinda de colocar medidas de coerción con la promesa de que el imputado se presente al proceso, y con el espíritu mediador que siempre ha existido, por tanto, considera prudente que al querellado se le fije una presentación periódica, tanto sea para conciliar o para fines de investigación.
Sin embargo, el Ministerio Público aclaró que no tiene persecución contra Santos y que el hecho de que fuera detenido se debe a que no compareció a las citaciones que le había hecho.
La defensa Ney Nilo, persona que acusa al bachatero de haberle plagiado las canciones “La tristeza de mi carta” y “Mensaje” refirió que previo a presentar la querella trataron de hacer contacto con el bachatero, pero que no se pudo.
Durante la audiencia, el imputado declaró que efectivamente utilizó las dos canciones y pidió disculpa al Ministerio Público por no acudir al llamado que le había hecho.
El Bachatú, como también se le conoce, fue apresado luego de concluir otra audiencia por el mismo delito, pero procedente de Teodoro Rodríguez Pérez, por la canción "Me quiero morir". En la ocasión, las medidas de coerción fueron desestimas por el Séptimo Juzgado de Instrucción, pero al salir de la vista éste fue detenido por 24 horas, argumentando que el artista había incurrido en desacatado al no acudir a las citaciones que le había hecho el Ministerio Público.
En la mañana de hoy recibió la visita del expresidente Hipólito Mejía, quien tras su salida del lugar, denunció que la prisión del artista era una retaliación política por el apoyo que éste le había ofrecido a su campaña política durante las pasadas elecciones presidenciales.
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