Páginas

martes, 3 de julio de 2012

Adriano Román dice le corresponde prisión domiciliaria


SANTIAGO.-El empresario Adriano Román expuso en una carta enviada al director de Diario Libre este martes los argumentos por los cuales entiende debería  estar en prisión domiciliaria.
"Resumiendo: No puedo descansar de día por el ruido, y de noche no puedo dormir por la claridad. Me estoy enfermando, estoy sufriendo de los pulmones y no creo que mi corazón (mi pobre corazón) continúe latiendo por mucho más tiempo. Mis días están contados. Hace algunos años sufrí un infarto cardíaco, y a finales de febrero del 2011 hice una gravedad que fue necesario internarme por varios días en la unidad de cuidados intensivos del Hospital José María Cabral y Báez.", dice  la misiva  
Este lunes el abogado y padre de la víctima, Ramón -Negro- Veras, acusó al imputado Román de querer prolongar el proceso en su contra utilizando "artimañas" jurídicas manipuladas por sus defensores, mientras el acusado justifica sus acciones bajo el amparo de acciones legales.
A continuación la misiva íntegra del imputado:
Sr. Lic. Adriano Miguel Tejada.
Director Periódico Diario Libre.
Su Despacho.

Ciudad.

Distinguido señor.

ADRIANO ROMÁN no necesita pagarle al Juez de la Pena, como dice NEGRO VERAS porque la Prisión Domiciliaria me corresponde por ley. Esta dice que al cumplir setenta años debe otorgarse la Prisión Domiciliaria y yo Cumplí 74 años de edad, además de padecer de quebranto de salud propios de mi edad.

Si es verdad lo que dice NEGRO VERAS que hay, más de trescientas pruebas que me involucran en el atentado que sufrió su hijo JORDI ¿Qué diferencia hay en que el expediente se conozca en La Vega, en San francisco de Macorís, en San Juan de la Maguana, en Barahona, en Santo Domingo, en la Romana, en Higuey, en España o en China? Pero no, Negro quiere que se me Juzgue en la jurisdicción de Santiago donde una Juez autorizó sin sentencia condenatoria, un embargo contra mis bienes por SEISCIENTOS MILLONES (RD$ 600,000,000) de pesos y donde además de JORDI se atrevieron a constituirse en parte Civil KATTY GÓMEZ, su Esposa, sus Hijos MIRANDA y MAURO y el mismo NEGRO VERAS y no incluyeron el perro de su casa como cuarta parte Civil porque está prohibida la entrada de animales al Palacio de Justicia de Santiago.

Para que usted conozca el por qué tengo que salir de aquí le informo que el interno Adriano Román está recluido en el Pabellón A-7 del Centro de Corrección y Rehabilitación Rafey-Hombres.

El Pabellón A-7 en realidad es una unidad de cuidados intensivos o más propiamente un basurero, donde las autoridades del CCR-Rafey destinan a los internos con enfermedades terminales o que ellos consideran "escorias humanas".

De aproximadamente 20 internos que habitan el Pabellón A-7, hay dos disminuidos mentales, uno con VIH-Sida, un paralítico en silla de ruedas, un manco, dos con pulmonía, bronquitis crónica, neumonía o tuberculosis, un ciego, un tuerto, varios diabéticos y otros con enfermedades que requieren de hospitalización frecuente.

El Pabellón A-7 está ubicado al lado del comedor y la cocina, razón por la cual el aire que se respira está cargado del fuerte olor de los aceites donde fríen los alimentos y demás olores propios de este tipo de actividad. Es harto conocido que el olor a aceite quemado es nocivo para los pulmones y la salud en general.

Como una consecuencia natural de lo anterior, el Pabellón A-7 vive permanentemente lleno de moscas y mosquitos.

Los casi 700 presos que desayunan, almuerzan y cenan en el comedor producen un ruido enloquecedor, a lo que se suma el hecho de que en esa misma área se celebran seis días a la semana, los cultos de diferentes iglesias que utilizan para tales fines instrumentos musicales, tales como ruidosas tamboras y güiras, acompañados de cantos y gritos llamando al Señor.

Del otro lado del Pabellón A-7 está situada la iglesia católica que imita muy bien a las iglesias cristianas, amenizando las misas con instrumentos de percusión y alborotados cantos.

Los domingos, el comedor se convierte en el área de visitas donde mañana y tarde se congregan miles de personas, entre presos y visitas, donde todos hablan alto y al unísono produciendo un escándalo mayúsculo.

Parecería como si fuera imposible un ambiente más inhóspito, pero es aún mucho peor, pues de noche nunca apagan (adrede) las 44 lámparas fluorescentes que iluminan un comedor vacío, ni los abanicos de techo que producen ruido al batir el aire. En mi celda nunca es de noche, siempre es de día, lo que disloca el reloj biológico que todos tenemos y disminuye el sistema inmunológico.

Para colmo, mi celda queda al lado del teléfono, con el cual una buena parte de los 700 presos se comunica con sus abogados y familiares durante el día (disponible de 9:00 am - 6:00 pm) lo que conlleva que los presos se reúnan frente a mi celda para esperar su turno, ocasionando ruidos y escándalos producto de sus conversaciones y las discusiones entre ellos por el uso del teléfono.

En definitiva, no dispongo de privacidad alguna, pues durante los siete días de la semana estoy expuesto al ruido, escándalo, contagio de enfermedades y dificultad para dormir.

Resumiendo: No puedo descansar de día por el ruido, y de noche no puedo dormir por la claridad. Me estoy enfermando, estoy sufriendo de los pulmones y no creo que mi corazón (mi pobre corazón) continúe latiendo por mucho más tiempo. Mis días están contados. Hace algunos años sufrí un infarto cardíaco, y a finales de febrero del 2011 hice una gravedad que fue necesario internarme por varios días en la unidad de cuidados intensivos del Hospital José María Cabral y Báez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario