MADRID. AFP. Los españoles se manifestarán este jueves en más de 80 ciudades para gritar un enérgico "NO" a un nuevo plan de austeridad del gobierno, que aumenta el IVA y aplica recortes presupuestarios para funcionarios y desempleados, entre otras medidas de ahorro.
El malestar de los españoles aumenta a medida que se les aplican sacrificios cuando el país está en recesión y bordea el 25% de desempleo en su población activa.
"Manos arriba, esto es un atraco" es uno de los lemas preferidos de los manifestantes, --espontáneos o que responden a convocatorias de entidades o llevadas a cabo por redes sociales--, que se suceden desde que el 11 de julio se anunció este plan de austeridad que busca ahorrar 65.000 millones de euros de aquí a 2014.
Incumpliendo sus promesas, el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, decidió un aumento del IVA que deberá aportar a las arcas del Estado unos 22.000 millones de aquí hasta el 2014.
El gobierno conservador trata de sanear sus balances públicos ya que el presupuesto de 2012, de un rigor histórico para ahorrar 27.300 millones de euros, no ha sido suficiente y acepta las condiciones draconianas que impone Bruselas a cambio de un rescate a sus bancos y de un plazo (2014) para llevar su déficit público a menos del 3%.
Todas estas medidas amenazan con agravar la coyuntura de la economía española, ya en recesión y que prevé este año una disminución del 1,7% de su PIB.
En las calles se manifestarán, sobre todo, los funcionarios públicos, que ya vieron reducido su salario en un 5% en 2010 y después congelado para ahora verse privados de la paga extraordinaria de Navidad en 2012, en el último plan anunciado por el gobierno Rajoy, mientras los nuevos desempleados verán sus prestaciones reducidas al cabo de seis meses.
UN APUNTE
Bomberos se desnudan
MIERES. AFP. Ocho bomberos se desnudaron este jueves en una pequeña localidad del norte de España para protestar contra la política de austeridad del gobierno, añadiendo así una nota insólita a las manifestaciones sindicales previstas para la tarde en todo el país. Cuando iniciaban su turno en Mieres, localidad minera de Asturias, los ocho bomberos, vestidos sólo con sus cascos en la cabeza y sus botas en los pies.
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