La niñera dominicana que acusan de matar el jueves a puñaladas a dos hermanitos en Nueva York está clínicamente muerta y los médicos sólo esperan que sus familiares autoricen desconectarla del tubo de respiración artificial, según una información que difunde el periódico www.primicias.com.do en que indica que Joselyn Ortega, de 50 años, sufrió muerte cerebral y se encuentra en coma inducido.
A Ortega se le acusa de la muerte de los niños Leo y Lucía Krim, de 2 y 6 años, hijos de Marina y Kelvin Krim, gerente general de la división de medios digitales de la cadena CNBC.
El doble asesinato ocurrió en el apartamento de los Krim, ubicado en un edificio entre la calle 75 y la avenida Columbus en el centro del oeste de Manhattan. La madre encontró a sus pequeños agonizando en la bañera al lado de la niñera que alegadamente se había tratado de suicidar acuchillándose en el cuello.
A la pareja le sobrevive una niña de tres años que estaba junto a su madre esa tarde.
Familiares y amigos de la acusada han salido en su defensa y niegan que ella fuera capaz de cometer esos atroces crímenes.
Los esposos Krim fueron tan cuidadosos al contratar a Ortega que revisaron todos los antecedentes clínicos, incluyendo el mental y los récords criminales de la dominicana, según reveló ayer el periódico The Wall Street Journal.
Ortega es nativa de La Joya, Santiago, de donde salió a Estados unidos hace más de 30 años. Permanece desde la tarde de la tragedia en la sala de cuidados intensivos del hospital Corniel Presbiterian en el Bajo Manhattan.
La crónica del digital indica que a dos años de estar en el empleo, Ortega logró entablar una excelente química con las víctimas a un nivel tal que el varón la llamaba "mamá".
Este año los Krim pasaron sus vacaciones en República Dominicana y se hospedaron en la casa de una hermana de la niñera en Santiago.
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