Los hijos jamás podrán pagar los sacrificios hechos por las madres, en su ineludible misión de dar la vida y sustento a un nuevo ser, y, es que la influencia de la madre es decisiva en todo momento, pues de ella dependen las enseñanzas de lo moral, del respeto, de las buenas costumbres y hasta de civismo; es decir de todas las virtudes que enaltecen al hombre o lo perjudican cuando establece sus relaciones con la sociedad en la que se cría y vive.
El tesoro de la vida es la madre, y los hijos pétalos arrancados de la flor del corazón de esa madre.
los retoños tan amados deben estar siempre junto a ella, para agradecer sus desvelos y su inmenso cariño que le hiciera florecer más bella.
El día de las Madres no se ha hecho sólo para entregarle o enviarle un presente; sino para rendirle toda la pleitesía, y rebosante el corazón de gratitud y cariño, decirle: Aquí estoy madre mía, madrecita idolatrada, con mi cariño elocuente, para a tus pies ofrendarte toda mi vida y ternura, así como lo hacías desde cuando yo era niño.
Madre genio benéfico, ángel de la guarda, ambiente puro y saludable.
La Madre rodea al hijo, le ve, le cuida, le defiende de toda pesadumbre.
No hay madre que no sea un sabio cuando se trata de la felicidad de su hijo.
No hay Madre que no sea poderosa cuando su hijo necesita de su apoyo.
Cada Madre es una esfera, todas son eficaces, desde la pobre desvalida que en una puerta de calle tiene a su parbullito en sus brazos, hasta al señora coronada que anda mostrando a los pueblos al heredero fruto de ella.
Madre Ser humano divinizado, símbolo de amor, de abnegación y de bondad, fiel y dulce compañera en el escabroso sendero de la vida.
Ella no teme los peligros, ni rechaza los sacrificios por conseguir la felicidad de los suyos, de sus hijos, de los seres predilectos de sus corazón.
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