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miércoles, 10 de julio de 2013

Snowden satisfecho por debate que provocó

RïO DE JANEIRO, 10 Jul 2013 (AFP) - Edward Snowden está satisfecho con el debate que provocó al revelar secretos de espionaje estadounidense. Pese a estar bloqueado en el aeropuerto de Moscú hace 17 días sin pasaporte, el informático está tranquilo y sin miedo, según dijo al periodista Glenn Greenwald tras hablar con él el martes.
"Está un poco ansioso sobre el próximo paso, sobre lo que está haciendo, pero se siente muy bien sobre el debate que provocó", dijo Greenwald, que vive en Rio de Janeiro y publicó en el diario británico The Guardian las primeras revelaciones del caso, en entrevista con la AFP.
"Está muy calmado, sin miedo y definitivamente feliz por las decisiones que tomó", añadió.
"No había hablado con él en dos semanas desde que salió de Hong Kong hasta el sábado, cuando hablé con él por primra vez, y después nuevamente ayer" martes, dijo el periodista, que se comunica con Snowden por chat o email en código, y nunca por teléfono.
El exconsultor de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en inglés) estadounidense, de 30 años de edad, sin pasaporte y varado en Moscú, está prófugo de la justicia de su país tras haber sido acusado de espionaje, después de filtrar a la prensa espectaculares informaciones sobre un programa secreto de Estados Unidos para vigilar las comunicaciones mundiales.
Greenwald aseguró desconocer qué país escogerá Snowden para refugiarse. "No hablamos de planes de asilo, no sé cuáles son sus planes en ese sentido", indicó.
Tres países latinoamericanos le ofrecieron asilo: Venezuela, que para Greenwald sería la elección "más lógica", Nicaragua y Bolivia.
"Para mí es la elección más lógica porque es más grande y fuerte que los otros dos países que le ofrecieron asilo y lo podrán proteger", consideró.
Brasil dijo el martes que no le concedería refugio.
WikiLeaks anunció el martes a través de la red social Twitter una campaña para un "vuelo por la libertad" para trasladar a Snowden, pero no ha revelado aún detalles.
 Las revelaciones de Snowden sobre espionaje estadounidense en varios países desataron una lluvia de pedidos de explicaciones a Washington de parte de sus cancillerías.
Según una encuesta de la Universidad Quinnipiac, 55% de los electores estadounidenses consideran que Snowden no es un traidor sino un "soplón" (whistleblower en original, ndlr), y 45% creen que los esfuerzos antiterrorismo del gobierno "van muy lejos al restringir las libertades civiles".
El diario O Globo, que tuvo acceso a varios de los documentos divulgados por Snowden a Greenwald, informó que Brasilia formó parte de una red de 16 bases de espionaje operadas por los servicios de inteligencia de Estados Unidos, que intervinieron millones de llamadas telefónicas y correos electrónicos.
El primer contacto
El primer contacto de Snowden con Greenwald fue en diciembre de 2012. El excontratista de la NSA pidió al columnista del diario británico The Guardian que instalara un programa para "encriptar" correos electrónicos a fin de compartir una información que le sería de interés.
El periodista, autor de cuatro libros sobre política estadounidense y de un popular blog, no le dio mayor importancia al correo y no fue sino después de mucha insistencia de Snowden que comenzó el vínculo.
 "Cuando comencé a hablar con él, ya estaba en Hong Kong, y me pidió que viajara y lo encontrara allá. Le dije que necesitaba ver algunos documentos para ver si valía la pena ir hasta allá. Me mandó unos 20 documentos aproximadamente y eran la cosa más impresionante que había visto en mi vida. Al día siguiente viajé a Nueva York y un día después a Hong Kong", recordó.
Al encontrarse le dio un par de cajas con reportes de inteligencia y se identificó: "me dio varios documentos que tenían su nombre, su número de seguro social, su identificación del gobierno. Ese día conocí su nombre".
Muchos de los documentos de la NSA son "muy complicados, técnicos, muchos codificados, no en inglés regular y da mucho trabajo descifrarlos", indicó Greenwald, para quien nuevas revelaciones "vienen en camino".
 Greenwald, de 46 años, que nació en Florida pero vive desde hace ocho años en Rio con su pareja, sostuvo que aunque nunca fue amenazado directamente por el gobierno americano, está seguro de que es espiado en Brasil.
 "No tengo la menor duda que el gobierno está siguiendo mis comunicaciones. Estaría impresionado si no lo hicieran. Siempre asumo que estoy siendo vigilado (...) Cuando estaba en Hong Kong hablé con mi pareja por Skype para decirle que le enviaría unos documentos protegidos. Unos días después su computadora fue robada, no se robaron nada más, solo eso", dijo.
"Me han dicho que hay una fuerte presencia de la CIA (la Agencia Central de Inteligencia estadounidense) en Rio de Janeiro y creo que me siguen, pero eso no me va a detener", lanzó.

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