NACIONES UNIDAS.- El canciller sirio afirmó el lunes que
su gobierno libra una guerra contra insurgentes relacionados con
al-Qaida que comen corazones humanos, descuartizan vivas a sus víctimas y
envían los miembros a sus familiares.
Walid al-Moalem, dirigiéndose a líderes mundiales en la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, también acusó que Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia han bloqueado el anuncio de la identidad de los verdaderos autores de los ataques en Siria con armas químicas.
Sostuvo que los "terroristas" que combaten al régimen en la guerra civil han sido pertrechados con armas químicas, pero no identificó a las naciones acusadas de suministrarlas.
El presidente estadounidense Barack Obama dijo la semana pasada en la ONU que fue el régimen del presidente Bashar Assad el responsable de un ataque con armas químicas en agosto que mató a centenares de personas en los suburbios de Damasco y ocasionó la posibilidad de una represalia militar de Estados Unidos.
Siria ha prometido desprenderse de sus armas químicas y el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el viernes por unanimidad un plan para hacerlo según las directrices de la organización para la prohibición de esas armas. Al-Moalem dijo que es obvio que los seguidores de al-Qaida — "la organización terrorista más peligrosa del mundo" — combaten en la guerra civil de Siria. Pero algunos países se niegan a reconocerlo, agregó.
"Las escenas de asesinatos, matanzas y de ingesta de corazones humanos aparecieron en las pantallas de televisión, pero no afectaron a las conciencias ciegas", dijo al-Moalem. "Hay civiles inocentes cuyas cabezas son asadas a la parrilla sólo porque violaron la ideología extremista y las opiniones ofuscadas de al-Qaida.
En Siria... hay asesinos que descuartizan seres humanos con vida y envían sus miembros a sus familias, solamente porque esos ciudadanos defienden una Siria unida y laica", agregó.
Un video difundido en internet en mayo mostró presuntamente a un miembro de la oposición armada siria comiéndose un corazón humano mientras yace a su lado el cadáver de un soldado sirio. Otro video mencionado por el ministro mostró presuntamente a los insurgentes asando en una parrilla la cabeza de un militar sirio.
El video con el corazón fue condenado por los activistas de los derechos humanos y el Consejo Nacional Sirio, uno de los principales grupos de la oposición.
A medida que los insurgentes ganan más terreno y multitud de milicianos, yihadistas y delincuentes se unen a la lucha contra Assad, las informaciones de graves violaciones de los derechos humanos cometidas por los elementos armados de la oposición han aumentado.
Las ejecuciones sumarias cometidas por las fuerzas rebeldes — aunque a una escala mucho menor que las presuntas atrocidades del régimen — han colocado a Occidente en una difícil posición en su intento de armar, entrenar y ayudar a los insurgentes.
Walid al-Moalem, dirigiéndose a líderes mundiales en la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, también acusó que Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia han bloqueado el anuncio de la identidad de los verdaderos autores de los ataques en Siria con armas químicas.
Sostuvo que los "terroristas" que combaten al régimen en la guerra civil han sido pertrechados con armas químicas, pero no identificó a las naciones acusadas de suministrarlas.
El presidente estadounidense Barack Obama dijo la semana pasada en la ONU que fue el régimen del presidente Bashar Assad el responsable de un ataque con armas químicas en agosto que mató a centenares de personas en los suburbios de Damasco y ocasionó la posibilidad de una represalia militar de Estados Unidos.
Siria ha prometido desprenderse de sus armas químicas y el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el viernes por unanimidad un plan para hacerlo según las directrices de la organización para la prohibición de esas armas. Al-Moalem dijo que es obvio que los seguidores de al-Qaida — "la organización terrorista más peligrosa del mundo" — combaten en la guerra civil de Siria. Pero algunos países se niegan a reconocerlo, agregó.
"Las escenas de asesinatos, matanzas y de ingesta de corazones humanos aparecieron en las pantallas de televisión, pero no afectaron a las conciencias ciegas", dijo al-Moalem. "Hay civiles inocentes cuyas cabezas son asadas a la parrilla sólo porque violaron la ideología extremista y las opiniones ofuscadas de al-Qaida.
En Siria... hay asesinos que descuartizan seres humanos con vida y envían sus miembros a sus familias, solamente porque esos ciudadanos defienden una Siria unida y laica", agregó.
Un video difundido en internet en mayo mostró presuntamente a un miembro de la oposición armada siria comiéndose un corazón humano mientras yace a su lado el cadáver de un soldado sirio. Otro video mencionado por el ministro mostró presuntamente a los insurgentes asando en una parrilla la cabeza de un militar sirio.
El video con el corazón fue condenado por los activistas de los derechos humanos y el Consejo Nacional Sirio, uno de los principales grupos de la oposición.
A medida que los insurgentes ganan más terreno y multitud de milicianos, yihadistas y delincuentes se unen a la lucha contra Assad, las informaciones de graves violaciones de los derechos humanos cometidas por los elementos armados de la oposición han aumentado.
Las ejecuciones sumarias cometidas por las fuerzas rebeldes — aunque a una escala mucho menor que las presuntas atrocidades del régimen — han colocado a Occidente en una difícil posición en su intento de armar, entrenar y ayudar a los insurgentes.
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