Una joven herida por bala pierde un riñón

SANTO DOMINGO. La joven estudiante de 16 años y madre de una niña de ocho meses, Gismary Peralta, nunca se imaginó que tras salir de la escuela el pasado martes, de regreso a su casa iba a quedar atrapada en medio de un tiroteo, en el cual una bala perdida le impactó un riñón, que a pesar del esfuerzo los médicos no pudieron salvarle.
Aunque está fuera de peligro en el hospital Vinicio Calventi de Los Alcarrizos, a la joven y a su abuela Isabel Rodríguez, además del dolor les embarga el sufrimiento de la indiferencia de las autoridades para investigar el hecho y apresar a los responsables, y el hecho de que no cuentan con recursos para cubrir los gastos médicos y de medicinas.

En su lecho, Gismary dio gracias a Dios por estar viva para criar a su hija que ahora tiene de 8 meses de nacida. "Yo fui para la escuela y cuando iba a coger un carro estaban tirando tiros y piedras y cuando quise correr se me pegó el tiro", relató la estudiante.
Explicó que el tiroteo le sorprendió cuando regresaba a su casa luego de tomar clases en la Escuela El Campamento, en el kilómetro 25 de la Autopista Duarte.
El doctor Edison Paulino, Subgerente del Hospital Vinicio Calventi, indicó que la bala destrozó el riñón de la paciente, por lo que le fue extraído el órgano, pero ya estaba en condición estable, y que ahora la mecánica es de ventilación, y darle seguimiento a su hematocrito hasta que ese cuerpo vaya generando su propia sangre.
La abuela de la joven herida denunció que tras ir a varios destacamentos fue al Ministerio de Interior y Policía a denunciar el caso, pero en la institución solo le dieron la mitad de una hoja, que indica los documentos a llevar para realizar el proceso y lamentó que hasta ayer no había detenidos para esclarecer el caso.
Isabel Rodríguez dijo que de acuerdo a informaciones recogidas en el lugar, los que hicieron los disparos fueron unos delincuentes que intentaban atracar a un taxista que logró escapar del carro y correr, y ahí empezaron a disparar.