EFE. Las reacciones en torno a la suspensión de 162 partidos impuesta
al tercera base de los Yanquis de Nueva York, Alex Rodríguez, por
presunto dopaje siguen apareciendo y esta vez ha sido el sindicato de
jugadores el que ha manifestado su “indignación” por la manera como los
directivos de las Grandes Ligas tratan en público al pelotero.
El comisionado del béisbol, Bud Selig, y el director ejecutivo Rob Manfred, participaron el domingo por la noche en el programa “60 Minutos” de la cadena de televisión CBS en el que el invitado principal fue Anthony Bosch, el hombre que presuntamente se encargó de preparar y dirigir un régimen de sustancias prohibidas con las que a partir del 2010 Rodríguez se dopó.
Bosch, el dueño de la ahora clausurada clínica antienvejecimiento Biogenesis, aseguró el domingo en una entrevista con el programa periodístico “60 Minutos” que Rodríguez le pagaba 12.000 dólares mensuales para suministrarle un cóctel de sustancias prohibidas, como testosterona y la hormona de crecimiento humano.
Manfred, que participó en el mismo segmento, que Bosch aceptó cooperar con la investigación al considerar que temía por su vida ante las amenazas que había recibido.
El pasado sábado, el juez de arbitraje Fredric Horowitz redujo de 211 a 162 la suspensión de “A-Rod”, quien así quedaría marginado durante la próxima temporada, incluyendo los playoffs.
Por su parte, Selig, quien se negó a testificar durante el proceso de apelación de Rodríguez, si participó en el programa y defendió la suspensión más severa impuesta jamás bajo los términos del acuerdo conjunto contra el consumo de drogas que mejoran el desempeño.
“En mi opinión, sus acciones fueron más allá de lo comprensible”, declaró Selig al programa, en referencia a A-Rod. “Creo que 211 juegos fueron una sanción bastante justa”.
Rodríguez, que nunca dio positivo en una prueba antidopaje durante ese periodo que estuvo con Bosh ni como profesional, ha negado las acusaciones y se considera el “chivo expiatorio” que ha elegido Selig para lavar la imagen negativa del béisbol sobre el control antidopaje.
Tras dar detalles de una operación clandestina, Bosch señaló durante el programa de la CBS que usó con Rodríguez palabras en clave, para referirse a las drogas como “gomas”, en el caso de las píldoras de testosterona, que el toletero habría tomado antes de los juegos.
Bosch dijo que una vez le hizo un análisis de sangre a Rodríguez en un baño de un restaurante, en Miami.
El comisionado del béisbol, Bud Selig, y el director ejecutivo Rob Manfred, participaron el domingo por la noche en el programa “60 Minutos” de la cadena de televisión CBS en el que el invitado principal fue Anthony Bosch, el hombre que presuntamente se encargó de preparar y dirigir un régimen de sustancias prohibidas con las que a partir del 2010 Rodríguez se dopó.
Bosch, el dueño de la ahora clausurada clínica antienvejecimiento Biogenesis, aseguró el domingo en una entrevista con el programa periodístico “60 Minutos” que Rodríguez le pagaba 12.000 dólares mensuales para suministrarle un cóctel de sustancias prohibidas, como testosterona y la hormona de crecimiento humano.
Manfred, que participó en el mismo segmento, que Bosch aceptó cooperar con la investigación al considerar que temía por su vida ante las amenazas que había recibido.
El pasado sábado, el juez de arbitraje Fredric Horowitz redujo de 211 a 162 la suspensión de “A-Rod”, quien así quedaría marginado durante la próxima temporada, incluyendo los playoffs.
Por su parte, Selig, quien se negó a testificar durante el proceso de apelación de Rodríguez, si participó en el programa y defendió la suspensión más severa impuesta jamás bajo los términos del acuerdo conjunto contra el consumo de drogas que mejoran el desempeño.
“En mi opinión, sus acciones fueron más allá de lo comprensible”, declaró Selig al programa, en referencia a A-Rod. “Creo que 211 juegos fueron una sanción bastante justa”.
Rodríguez, que nunca dio positivo en una prueba antidopaje durante ese periodo que estuvo con Bosh ni como profesional, ha negado las acusaciones y se considera el “chivo expiatorio” que ha elegido Selig para lavar la imagen negativa del béisbol sobre el control antidopaje.
Tras dar detalles de una operación clandestina, Bosch señaló durante el programa de la CBS que usó con Rodríguez palabras en clave, para referirse a las drogas como “gomas”, en el caso de las píldoras de testosterona, que el toletero habría tomado antes de los juegos.
Bosch dijo que una vez le hizo un análisis de sangre a Rodríguez en un baño de un restaurante, en Miami.
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