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martes, 25 de marzo de 2014

Kris Hallenga ¿Cómo es vivir con cáncer terminal antes de los 30?

BBC- "No creo que algún día olvide el mínimo detalle de aquel día", cuenta Kris Hallenga. "El clima estaba genial. Recuerdo exactamente lo que llevaba puesto -esta mini falda con pantis. Mi madre me dijo que era muy corta, pero yo me la puse de todas formas".


"El doctor acababa de entrar a esta pequeña habitación y de una forma indirecta escupió el hecho de que tenía cáncer de pecho".

 Una semana tras el diagnóstico, otros exámenes revelaron que el cáncer se había esparcido a la espina dorsal.

Eso fue hace cinco años, cuando la joven británica Hallenga tenía 23.

“Tenía cáncer estado cuatro, y no hay un estado cinco. Sé que los fármacos pueden dejar de funcionar en cualquier momento, así que hasta que ello ocurra, tengo mucho que vivir”.

La estadificación del cáncer se usa en la medicina para describir el tamaño, extensión y propagación del tumor.

En una etapa primaria, el cáncer tiende a ser más pequeño y a estar contenido en el área donde empezó. Cuando llega al cuarto nivel, el cáncer puede ser de cualquier tamaño y se ha esparcido a otras áreas del cuerpo.

Hallenga descubrió que tenía metástasis, o un cáncer de pecho avanzado, en 2009, tras un diagnóstico tardío.

“Fin de la inocencia”

Kris Hallenga

“Realmente eso fue el fin de la inocencia”, señala su madre, Jane.

“De repente tienes que caer en cuenta (de la realidad) y empezar a luchar contra lo que te han dado, este destino”.

Hallenga es consciente de que nunca sabrá si ahora estaría libre de cáncer si la hubieran diagnosticado a tiempo.

Kris Hallenga

“Cuando me diagnosticaron leí que mi expectativa de vida era de sólo dos años y medio. Gracias al tratamiento, todavía estoy aquí, cinco años más tarde, pero también lo está mi cáncer”

Desde entonces, la enfermedad se ha esparcido a su pelvis, su hígado, caderas y también tiene un tumor en el cerebro. Tiene que ir al hospital cada mes, hacerse un escáner del cuerpo cada tres meses y toma una variedad de medicinas para ayudar a que la propagación vaya más despacio.

“Cuando me diagnosticaron leí que mi expectativa de vida era de sólo dos años y medio. Gracias al tratamiento, todavía estoy aquí, cinco años más tarde, pero también lo está mi cáncer”, dice Hallenga.

Ella está resuelta a que otras jóvenes estén entrenadas para detectar señales tempranas de la enfermedad y se hagan una revisión de pechos con regularidad.

Un mes tras su diagnóstico, Hallenga fundó la organización benéfica CoppaFeel con su hermana gemela, Maren, para ayudar a crear conciencia en colegios y festivales de música sobre la importancia de un diagnóstico temprano.

Las probabilidades de desarrollar cáncer de pecho antes de los 30 años son de 0,05%, o una en 2.000, y aumenta a una en 50 -o 2%- antes de cumplir los 50.

Si bien el riesgo de tener la enfermedad aumenta con la edad, algunos estudios sugieren que el tipo de cáncer de pecho diagnosticado en mujeres más jóvenes puede ser más agresivo. Razón por la cual la tasa de supervivencia puede ser menor en jóvenes con cáncer de pecho que en pacientes que estén en sus 50 o 60 años.

Cuanto más temprano es el diagnóstico, menor es la probabilidad de que el cáncer se esparza a otras regiones del cuerpo. Aproximadamente el 10% de las mujeres en estado cuatro, o tumor avanzado, vive más de 10 años, comparado con el 85% de las mujeres con estado uno de cáncer de pecho.

Voz para otras mujeres

Kris y Maren Hallenga

Junto a su hermana Maren, Kris fundó CoppaFeel, para crear conciencia sobre la importancia de un diagnóstico temprano.

Ahora, Hallenga es contactada con frecuencia por mujeres jóvenes que han sido diagnosticadas tarde tras una derivación de emergencia. Se ha convertido en una voz para aquellas que están pasando por lo mismo.

Sin embargo, su familia desea que se tome un descanso.

“Ella es como esta super mujer que está tomando el mundo, salvando vidas, intentado derrotar este cáncer”, cuenta su hermana Maren.

“Algunas veces pienso que ella sólo necesita tener un buen llanto”.

Pero según Hallenga, no hay respiro cuando se vive con un cáncer avanzado.

“Nunca puedes predecir lo que va a pasar de un día a otro, y nunca puedes decir ‘estoy bien, está remitiendo’. Nada de eso existe”.

“Esto es incurable y va a pasar en algún momento. Sólo deseo que ocurra en unos cuantos millones de años, o nunca”, agrega Hallenga.

No obstante, ella está aprovechando todo en su vida al máximo, y asegura que cada día que disfruta supone “otro nivel de aceptación”.

“El cáncer me ha dado una vida y un significado de lo que hago con ella. Realmente espero y quiero pensar que tendría ese mismo nivel de apreciación por la vida si no tuviera cáncer, pero esto lo ha hecho todo más importante”.

Como deja claro en su cuenta de Twitter, no quiere ser descrita por nadie como “luchadora”, “sufridora” o “batalladora”. Ella prefiere ser conocida como alguien que “simplemente está viviendo”.


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