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domingo, 22 de junio de 2014

FACEBOOK: Cuando lo privado deja de serlo

Hay ciertas cosas que, por seguridad o privacidad, queremos dejar sólo entre amigos, no te gustaría que un desconocido o, peor, alguien que conoces y te acosa, esté en su casa mirando tus fotos.

La red social tiene varias funciones que, de cierta manera, te permiten resguardar en algo tu privacidad, pero no son suficientes. De partida, tu foto de perfil y portada siempre son públicas.

Además, tu nombre, los Me Gusta que hayas dado y, las opiniones dejadas sobre los lugares en que hiciste checkin también quedan a la vista.

Tan sólo con esa pequeña cantidad de información, es posible saber bastante sobre una persona.
Ni siquiera es necesario que hayas aceptado al otro como contacto; mediante el uso de Facebook, vas dejando huellas públicas que exponen tu vida al mundo, quieras o no.

Cómo me veo

Si quieres saber cuánta de información puede ser visualizada por un extraño, es posible hacer un pequeño ejercicio.

Entra a Facebook y haz clic sobre el pequeño candado que ves en la zona superior derecha de la pantalla, para luego seleccionar Quién puede ver mis cosas y Qué ven otros en mi biografía.

Facebook, te mostrará cómo se despliega tu biografía a quienes no son tus contactos en la red social. Pese a ser una usuaria algo paranoica con mi privacidad, el resultado me dejó bastante ansiosa.

De partida, todas las fotos de perfil que hayas subido, no sólo la actual, son públicas por defecto y, también aquellas en que haz sido etiquetado por otros y no fueron publicadas como privadas.

Asimismo, se ven las publicaciones que realizaste en sitios públicos en los que estabas logueado con tu Facebook.

Pese a mis fuertes configuraciones de privacidad, un extraño puede saber cómo me veo, los sitios a los que he ido, las personas con las que me relaciono y, mediante las fotos publicados por otros, aquellos sitios que frecuento. Probablemente en alguna imagen se deja dónde vivo y miembros de mi familia.
Recuperar privacidad

Lo siento, lo que publicas en Facebook se quedó ahí, no importa que lo borres, ya que igualmente queda almacenada en el caché de buscadores.

Borrar tu cuenta tampoco es muy útil, ya que sólo la desactivas y, es muy simple volver a reactivarla por error, por ejemplo entrando a un sitio en el que usaste tu Facebook para identificarte, en mi caso el foro de un diario.

En vez de asustarse, tenemos que darnos cuenta que ahora vivimos en una sociedad donde lo privado o, aquello que antes sabían sólo unos pocos, es ahora materia pública y, por ende, hay que aprender las consecuencias de postear cualquier cosa en Internet.

El mundo se globalizó y no va a volver atrás, aunque eso también tiene cosas positivas. Estamos más atentos ante posibles amenazas y, con el tiempo, aprenderemos a apreciar aún más el valor de la privacidad, ya que ser anónimo simplemente dejó de ser una opción.
(Ojocientífico.com)

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