SANTIAGO. José Antonio Martínez, el joven que denunció fue raptado el pasado martes en esta ciudad y que apareció horas después, confesó a las autoridades judiciales y policiales que investigan el hecho que se trató de un autosecuestro, con el objetivo de quedarse con el dinero que esperaba pagara su familia por la liberación.
Así lo dijo el canjeador de cheques en el transcurso de un interrogatorio que, por varias horas, fue sometido ayer por el fiscal adjunto Manuel Mena y el coronel Pedro Matos Pérez, director provincial de la Dirección de Investigaciones Criminales de la Policía.
En la admisión del autosecuestro, Martínez dijo que en realidad tuvo todo el tiempo hospedado en un hotel de aquí, ideando la manera de cómo daría la impresión de que estaba secuestrado, en las conversaciones telefónicas que luego tuvo con sus familiares, con quien reside en la calle Gregoria Reyes, 89, del barrio Pueblo Nuevo. Por igual, negó que haya intentado sido envenenado y que, en cambio, se dedicó a consumir bebidas alcohólicas mientras estuvo refugiado en el hotel.
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