Doña Leopoldina Martínez declaró ayer que su hijo Pedro Martínez cuando lanzaba “no conocía a nadie y todos eran sus contrarios”. “Ni a mí me conocía y eso que yo siempre cuando iba a los juegos me sentaba en los primeros asientos”, indicó la orgullosa madre.
Reveló que el logro que obtuvo ayer Martínez es una obra de Dios, “quien es el que lo hace todo”.
Doña Leopoldina expresó que le gustaba cuando Pedro estaba en el montículo y miraba hacia arriba como agradeciendo a Dios y entonces lanzaba.
Destacó la concentración de su hijo e igual señalamiento hizo Elvira de Cruz, quien expresó que Martínez cuando estaba en un partido no pensaba en nada que no fuera el juego y dominar al contrario.
5 de la mañana
Doña Leopoldina Martínez se levantó a las 5 de la mañana y realizó una oración en la que pidió a Dios que ayudara a que Pedro recibiera los votos necesarios para ser electo al Salón de la Fama de Cooperstown.
Señaló que su hijo recibirá el galardón con la humidad que lo ha caracterizado y reveló que “si Dios le daba el premio, yo me sentiría muy feliz y si no era así igual, pues el Santo Padre es que lo decide todo”.
Desayuno
La mamá de Pedro desayunó cerca de las 8 de la mañana una sopa de fideos y papa. No tenía carnes.
Recibió a las 11 de la mañana una llamada en la que Pedro le pidió tranquilidad y que confiara en Dios.
“Conversamos luego de la elección, me emocioné y lloré de la alegría”.
UN APUNTE
Feliz por el país
Doña Leopoldina Martínez dijo sentirse feliz, ya que Pedro debe estar muy contento, “puesto que es un enamorado de su país, humilde y que le gusta mucho ayudar a los necesitados. Mi hijo es un hombre bueno, gracias a Dios”.
Doña Leopoldina Martínez dijo sentirse feliz, ya que Pedro debe estar muy contento, “puesto que es un enamorado de su país, humilde y que le gusta mucho ayudar a los necesitados. Mi hijo es un hombre bueno, gracias a Dios”.
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