La aparición despeja la duda que se tenía en el sentido de que era un impostor quien llamaba por teléfono a varios programas de radio y televisión para hacer sus acusaciones contra el exmandatario Leonel Fernández y cobrarle una deuda de 200 millones de pesos.
Es la primera vez que el narcotraficante deja ver su rostro a través de la pantalla de televisión, lo que confirma que es el autor de las llamadas anteriores a programas radiales.
Quirino, quien cumplió diez años de prisión en Estados Unidos, acusado de narcotráfico, lucía en la pantalla de televisión un abrigo con cuello alto, (de tortuga), polo-shirt, y una gorra que tenía una estrella azul, al parecer de algún equipo de béisbol de Grandes Ligas.
A pesar del frío que azota la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, Quirino le solicitó a una persona que no se vio en pantalla un vaso de agua en dos ocasiones e ingirió sorbos con suma rapidez, parecía que tragaba en seco, como dice la expresión popular.
Durante su intervención en el programa, al parecer grabado el día anterior, respondía las preguntas del productor Salvador Holguín con fluidez y en ningún momento evadió la cámara. Lucía sereno y hasta desafiante al decir que está dispuesto a venir para ser sometido a la Justicia.
Al parecer había otra persona cerca de él que no apareció en pantalla, a la cual miraba de vez en cuando, como buscando aprobación de lo que decía.
En ocasiones se le vio mirando hacia abajo, una señal de que buscaba leer apuntes que tenía. En ningún momento se hizo una vista amplia de la habitación, por lo que no se pudo distinguir si estaba en una oficina o en un lugar especial para hacer la transmisión.
Dijo que conoció a Leonel en marzo de 2002 a insistencia del exmandatario, que le había enviado varios recados en ese sentido con un amigo. Reveló que le presentó a Félix Bautista como un hijo.
Al parecer había otra persona cerca de él que no apareció en pantalla, a la cual miraba de vez en cuando, como buscando aprobación de lo que decía.
En ocasiones se le vio mirando hacia abajo, una señal de que buscaba leer apuntes que tenía. En ningún momento se hizo una vista amplia de la habitación, por lo que no se pudo distinguir si estaba en una oficina o en un lugar especial para hacer la transmisión.
Dijo que conoció a Leonel en marzo de 2002 a insistencia del exmandatario, que le había enviado varios recados en ese sentido con un amigo. Reveló que le presentó a Félix Bautista como un hijo.
Quirino, aunque dijo que detesta a los políticos, explicó que Leonel lo convenció con su labia. "El tipo tiene verbo, me lavó el cerebro", exclamó. Entonces comenzó a colaborar con él económicamente para lograr su retorno al poder, dijo.
Expuso que en un momento Leonel Fernández estaba tan mal económicamente que tuvo que darle dinero para que pagara la regalía pascual del personal que laboraba con él.
Expuso que en un momento Leonel Fernández estaba tan mal económicamente que tuvo que darle dinero para que pagara la regalía pascual del personal que laboraba con él.
Según el confeso narcotraficante, Leonel le prometió que le devolvería el dinero que le había dado con creces cuando retornara al poder.
Al advertir que Fernández estaba mal en términos económicos, dijo que sus cuentas estaban retenidas por el cierre del Banco Intercontinental.
Dijo que Leonel hizo con él una "gran traición", ya que le dio ayuda económica, que calificó de "inversiones", pero que el mandatario no le pagó.
Fue claro al sentenciar que entre él y Leonel el problema es personal, que no tiene nada ver con política y que cuenta con pruebas documentales de los aportes que hizo.
Al advertir que Fernández estaba mal en términos económicos, dijo que sus cuentas estaban retenidas por el cierre del Banco Intercontinental.
Dijo que Leonel hizo con él una "gran traición", ya que le dio ayuda económica, que calificó de "inversiones", pero que el mandatario no le pagó.
Fue claro al sentenciar que entre él y Leonel el problema es personal, que no tiene nada ver con política y que cuenta con pruebas documentales de los aportes que hizo.
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