SANTIAGO. Se encuentra en la morgue del hospital regional universitario José María Cabral y Báez, el cadáver de una anciana que fue desenterrado por un empleado del cementerio del municipio Baitoa, que ha llamado la atención porque a pesar de haber sido sepultada hace 16 años muestra pocos signos de descomposición.
Anoche, representantes del Ministerio Público, la Policía Nacional y del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) se presentaron a la vivienda de un nieto de Dalia Catalina Valerio, ubicada en esa comunidad serrana, y donde los restos permanecían sobre una cama.
La mañana de este miércoles el fiscal adjunto Miguel Ramos, adscrito al Departamento Contra Homicidios de la Policía, informó que, acompañado de agentes de esa institución y un médico del INACIF se presentó a la casa, procediendo a llevarse el cadáver.
El cuerpo momificado se encuentra depositado en la morgue del Cabral y Báez, a la espera de que los descendientes de la señora Valerio adquieran una caja para depositarlo, así como el lugar donde será sepultado.
El magistrado Ramos declaró que anoche mismo fue arrestado José Benito Vásquez, zacateca del camposanto, en vista de que aparentemente desenterró el cadáver sin por lo menos haber informado a los parientes.
Su acción se produjo porque la señora Valerio estaba sepultada en un nicho que provisionalmente le prestó un amigo de la familia y que, al recientemente solicitar que se lo desocuparan, la administración del cementerio procedió a desenterrarla y colocarla fuera de la tumba, porque allí desde hace tiempo no hay lugar para nuevos enterramientos.
Para fines de interrogación fue citado el dueño del nicho, a fin de conocer su versión sobre el hecho.
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