ASUNCIÓN. Las trece paraguayas que aspiran a ganar la corona de Miss Gordita 2015, un concurso de belleza que se celebra en Asunción para concienciar contra la discriminación de las personas con sobrepeso y obesidad, se preparan hoy para la gran final de la cuarta edición.
Las candidatas hicieron un ensayo general, dedicaron unas horas al gimnasio y muchas más a la peluquería para la gala de un concurso que rompe esquemas en el país suramericano, donde el 57,6 % de la población sufre de sobrepeso u obesidad, según el Ministerio de Salud.
El premio a la ganadora de Miss Gordita es un tratamiento con uno de los mejores nutricionistas de Paraguay y un programa de un año de ejercicio en un buen gimnasio de Asunción.
Las 13 seleccionadas, jóvenes que pesan entre 70 y 130 kilos, llevan ya varios meses aprendiendo cuestiones sobre belleza, además de recibir charlas de un nutricionista y una psicóloga.
"Queremos elevar el autoestima de las chicas, generar un cambio de actitud, de postura más fuerte y de vida más saludable, con ejercicio y buena alimentación", explicó a Efe el creador del concurso, Mike Beras, brasileño afincado desde hace dos décadas en Paraguay.
Según Beras, Miss Gordita busca terminar con ese tipo de discriminación, sobre todo en los medios de comunicación, donde está presente, aunque casi el 23 % de la población paraguaya, unos 6,5 millones de habitantes, es "netamente obesa", según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo del Ministerio de Salud.
"Nosotros abogamos por la inclusión de la mujer independientemente de su cómo es su cuerpo, pero además promocionamos un modo de vida saludable, con una buena alimentación y ejercicio para concienciar a la gente a que cuide su salud", añadió Beras.
Algo refrendado por Cintia Colina, la ganadora de 2014, quien estuvo presente en el ensayo y que tras el concurso se convirtió en una de las habituales de la farándula televisiva.
"Era una persona súper bajoneada, con cero glamour, no me sentía femenina (..) El concurso provocó un cambio en mí. Hoy por hoy me siento muy femenina", dijo Colina, ahora conocida como "embajadora de la no discriminación a las personas con sobrepeso".
Colina opinó que el concurso está ayudando a abrir un debate inédito en Paraguay, que está empezando a ver con otros ojos a las personas con sobrepeso y aprendiendo a respetar.
Las candidatas hicieron un ensayo general, dedicaron unas horas al gimnasio y muchas más a la peluquería para la gala de un concurso que rompe esquemas en el país suramericano, donde el 57,6 % de la población sufre de sobrepeso u obesidad, según el Ministerio de Salud.
El premio a la ganadora de Miss Gordita es un tratamiento con uno de los mejores nutricionistas de Paraguay y un programa de un año de ejercicio en un buen gimnasio de Asunción.
Las 13 seleccionadas, jóvenes que pesan entre 70 y 130 kilos, llevan ya varios meses aprendiendo cuestiones sobre belleza, además de recibir charlas de un nutricionista y una psicóloga.
"Queremos elevar el autoestima de las chicas, generar un cambio de actitud, de postura más fuerte y de vida más saludable, con ejercicio y buena alimentación", explicó a Efe el creador del concurso, Mike Beras, brasileño afincado desde hace dos décadas en Paraguay.
Según Beras, Miss Gordita busca terminar con ese tipo de discriminación, sobre todo en los medios de comunicación, donde está presente, aunque casi el 23 % de la población paraguaya, unos 6,5 millones de habitantes, es "netamente obesa", según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo del Ministerio de Salud.
"Nosotros abogamos por la inclusión de la mujer independientemente de su cómo es su cuerpo, pero además promocionamos un modo de vida saludable, con una buena alimentación y ejercicio para concienciar a la gente a que cuide su salud", añadió Beras.
Algo refrendado por Cintia Colina, la ganadora de 2014, quien estuvo presente en el ensayo y que tras el concurso se convirtió en una de las habituales de la farándula televisiva.
"Era una persona súper bajoneada, con cero glamour, no me sentía femenina (..) El concurso provocó un cambio en mí. Hoy por hoy me siento muy femenina", dijo Colina, ahora conocida como "embajadora de la no discriminación a las personas con sobrepeso".
Colina opinó que el concurso está ayudando a abrir un debate inédito en Paraguay, que está empezando a ver con otros ojos a las personas con sobrepeso y aprendiendo a respetar.
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