SD. En los rostros, voz y las manos de Dominga Sánchez, Jenifer y su hermana Julieta Montero, así como de Malie Lila, se notaban los nervios que les dejó el accidente de tránsito del pasado jueves en la autopista de Samaná al que lograron sobrevivir, al igual que otras 20 personas.
De todas, Malie es la más afectada. Repetía que eso fue algo grande, que tuvo que caminar por encima de los muertos, y que muchos estaban desbaratados, con algunas extremidades desprendidas, como el pie que encontró que tenía una bota puesta.
La mujer, de 60 años de edad, de piel oscura y de acento extranjero, sufrió lesiones en la parte externa del ojo derecho que le obligaba a mantenerlo cerrado, y heridas leves en otras partes del cuerpo. En su cama estaba su cartera ensangrentada, y dijo que perdió su pasaporte y otros documentos personales.
Dominga es la que menos recuerdos tiene del choque porque estaba durmiendo cuando ocurrió. Sólo recuerda que estaba lloviendo.
Jenifer tampoco tuvo tiempo de ver el choque porque asegura que todo ocurrió muy rápido y que lo único que pensó fue en ayudar a su hermana, Juliana, de 15 años, que quedó atrapada debajo de un asiento, lo que le impedía respirar normal.
También ayudó al cobrador del autobús accidentado, quien tras el impacto le cayó encima. Ella se lesionó un brazo, y sufrió herida en la frente. Su hermana salió ilesa.
Todas fueron de los 15 pacientes referidos al hospital Darío Contreras y de los que seis permanecen internos, pero estables, según el parte médico.
De todas, Malie es la más afectada. Repetía que eso fue algo grande, que tuvo que caminar por encima de los muertos, y que muchos estaban desbaratados, con algunas extremidades desprendidas, como el pie que encontró que tenía una bota puesta.
La mujer, de 60 años de edad, de piel oscura y de acento extranjero, sufrió lesiones en la parte externa del ojo derecho que le obligaba a mantenerlo cerrado, y heridas leves en otras partes del cuerpo. En su cama estaba su cartera ensangrentada, y dijo que perdió su pasaporte y otros documentos personales.
Dominga es la que menos recuerdos tiene del choque porque estaba durmiendo cuando ocurrió. Sólo recuerda que estaba lloviendo.
Jenifer tampoco tuvo tiempo de ver el choque porque asegura que todo ocurrió muy rápido y que lo único que pensó fue en ayudar a su hermana, Juliana, de 15 años, que quedó atrapada debajo de un asiento, lo que le impedía respirar normal.
También ayudó al cobrador del autobús accidentado, quien tras el impacto le cayó encima. Ella se lesionó un brazo, y sufrió herida en la frente. Su hermana salió ilesa.
Todas fueron de los 15 pacientes referidos al hospital Darío Contreras y de los que seis permanecen internos, pero estables, según el parte médico.
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