NUEVA YORK. Luego de haberse quedado a un paso del éxtasis la pasada temporada, los Reales de Kansas City se convirtieron en un equipo con una manía: remontar todas las veces que sea necesario.
La última asombrosa reacción se produjo el domingo en el quinto juego de la Serie Mundial, coronada por el aporte de Christian Colón, un jugador que no había sido tomado en cuenta durante toda la postemporada y acabó como figura en la conquista del primer campeonato desde 1985.
El sencillo del bateador emergente puertorriqueño rompió el empate en la parte baja del 12do inning y encaminó al equipo a una victoria por 7-2 sobre los Mets de Nueva York.
Fue la coronación perfecta para un equipo sinónimo de tenacidad y determinación, sencillamente incapaz de rendirse.
“Este equipo nunca se rinde, no nos gusta perder nunca”, dijo Colón.
La victoria por 4-1 en la serie también dejó atrás la amargura del año pasado, cuando sucumbieron en el séptimo juego ante San Francisco.
“Desde el primer día, no tuve duda alguna que iba a lograrlo”, dijo el mánager de los Reales, Ned Yost. “Es un grupo especial de jugadores, un grupo especial que no se ve con frecuencia”.
Cuando todo indicaba que los Mets iban a forzar un viaje de vuelta a Kansas City para extender el Clásico de Otoño, los Reales volvieron a dar un zarpazo, esta vez en el noveno acto de un partido de superlativo dramatismo.
Maniatados por Matt Harvey durante ocho innings y abajo 2-0 en la pizarra, Eric Hosmer conectó un doblete remolcador y luego anotó con arrojo desde tercera tras un mal tiro del primera base Lucas Duda al plato.
Y en el duodécimo estallaron con un racimo de cinco carreras que sentenció un memorable triunfo para una franquicia que llevaba 30 años de sequía.
Un año después de haber sido el último out de la Serie Mundial, al dejar la carrera del empate esperando remolque en la tercera base, el receptor venezolano Salvador Pérez fue proclamado el Jugador Más Valioso de esta edición.
“En 2015, Kansas City es el número uno”, dijo Pérez, con su trofeo brillando al lado. “¿A quién le importa lo que pasó el año pasado?”.
Los Reales se convirtieron en el primer club desde los Angelinos en 2002 que vino de atrás en todas sus cuatro victorias de una Serie Mundial, según STATS. Totalizaron ocho remontadas en esta postemporada.
La carrera de Hosmer en el noveno tras un rodado estropeó la que fue una brillante apertura de Harvey y significó el tercer salvamento malogrado por el cerrador Jeurys Familia en la serie.
Colón, un infielder puertorriqueño que no había actuado en toda la postemporada y cuya función se había limitado a ser el traductor del abridor dominicano Yordano Ventura en sus comparecencias ante la prensa, adelantó a los Reales con su imparable por el bosque izquierdo. Lorenzo Cain añadió un doble de tres carreras y Alcides Escobar produjo otra anotación con un doble.
El abridor de los Reales Edinson Vólquez lanzó pelota de dos hits en seis innings. El derecho subió al montículo, un día después de regresar del funeral de su padre en la República Dominicana.
Pérez ganó el premio al Más Valioso tras batear para .364 (ocho hits en 22 turnos).
Apenas batearon un jonrón en la serie, el de Alex Gordon que sirvió para empatar el primer juego y llevarlo a extra innings. Pero es que los Reales no dependen de batazos enormes. Su estilo es manufacturar carreras mediante buenos contactos, velocidad en las bases y atentos para capitalizar cualquier parpadeo del rival.
“Imposible tener un mejor guion”, dijo Yost.
Pérez fue parte integral de un pelotón de peloteros que surgieron con la organización, revitalizándola tras un sinfín de temporadas mediocres, con jugadores como Hosmer, Gordon y Mike Moustakas. También Lorenzo Cain y Alcides Escobar, adquiridos en el canje en el que se desprendieron de Zack Greinke, ganador de un premio Cy Young.
Y las contribuciones de adiciones como Johnny Cueto, Edinson Vólquez, Wade Davis, Kendrys Morales, Ben Zobrist y Alex Ríos.
Se trata de un grupo que de ahora en adelante se codeará con esa novena que inesperadamente se coronó en 1985, con George Brett, Bret Saberhagen, Willie Wilson, Frank White y otros.
Con la soga en el cuello, Harvey luchó para mantener con vida a los Mets. Pero pidió lanzar en el noveno y al final flaqueó.
“Dejé que mi corazón influyera sobre mis instintos”, dijo el piloto de los Mets, Terry Collins. “Amo a mis jugadores, confío en ellos. No salieron las cosas. La culpa es mía”.
Yoenis Céspedes tuvo que salir del juego en la baja del sexto debido a una lesión en la rodilla, pero Curtis Granderson disparó un jonrón en el primer turno. Duda produjo otra anotación con un elevado de sacrificio en el segundo. Fue así que los Mets sacaron una ventaja que resultó insuficiente ante el empuje arrollador de los Reales.
“Competimos hasta el último out”, dijo Pérez, quien abrió el 12do con un sencillo ante el pitcher derrotado Addison Reed.
Jarrod Dyson entró como corredor emergente por Pérez y se robó segunda. Un out después, Colón emergió de la cueva un bate para su primera aparición en el plato desde el 4 de octubre, el último día de la temporada regula.
¿Falto de ritmo? Para nada. Colón enganchó un pitcheo en cuenta de 1-2.
“Es algo grande para mí, especialmente porque no había aportado mucho hasta ahora. Yo sabía que la oportunidad me iba a llegar”, indicó Colón, a quien los Reales tomaron como cuarta selección general en el draft de 2010. “Mi mentalidad fue la de siempre. Estaba en buenos espíritus siempre apoyando a todos mis compañeros”.
El relevista Luke Hochevar, primera selección general del draft de 2006, cubrió dos innings sin permitir carreras para llevarse la victoria.
Wade Davis, quien asumió como cerrador al final de la temporada regular tras la lesión de Greg Hollanda, pasándole un tercer strike cantado a Wilmer Flores para poner fin al juego.
Mientras fanáticos de los Reales celebraban jubilosos cerca de la caseta de tercera, los peloteros de los Mets salieron al terreno para saludar a un grupo de fanáticos que permanecieron hasta el final gritando cánticos.
“Realmente quería acabar el juego. Cómo iba el juego, lo que menos quería era no terminar lo que había comenzado”, dijo Harvey. “Lo di todo”.
Collins decidió dejarle que saliera para el noveno, en busca de su juego completo en las mayores. Pero le dio un boleto a Cain en cuenta completo y seguido cayó el doble de Hosmer.
Familia entró por Harvey, y Hosmer avanzó a tercera mediante un rodado de Moustakas por primera.
Y fue el turno el Pérez, otra vez con una carrera para el empate en tercera. Pero esta vez no elevó un foul como hizo ante Madison Bumgarner, de los Gigantes.
El venezolano pudo conectar un rodado lento por tercera, donde David Wright logró frenar con la mirada a Hosmer y luego tiró a la inicial para el segundo out.
Hosmer, sin embargo, partió apenas Wright soltó la pelota. Un buen tiro de Duda lo hubiera sacado out casi que con seguridad, pero fue demasiado desviado para el alcance del receptor Travis d’Arnaud. Hosmer se zambulló en el plato para igualar.
Familia desperdició tres rescates, pero la realidad fue que el dominicano sufrió las consecuencias de malas jugadas en defensa.
Fue el punto final de una campaña en la que los Mets superaron todas las expectativas y volvieron a entusiasmar a sus aficionados tras su primera temporada con más victorias y derrotas desde 2008, cuando jugaban en el Shea Stadium.
Pero se quedaron esperando por conseguir su tercer campeonato de Serie Mundial, y el primero desde 1986.
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