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viernes, 5 de agosto de 2016

Luguelin: “Los últimos 200 metros son míos”

RIO DE JANEIRO. Como un artista, Luguelín Santos ensaya meticulosamente cada partida de la pista y su tren de carrera en los primeros 200 metros.
“Mucho mejor”, le dice a su entrenador José Rubio al terminar la faena —tras haberle dado una vuelta al campo descalzo y luego de varios minutos de gimnasio en un centro de entrenamiento en una base aérea de Río de Janeiro el viernes por la mañana. “Esto se va a dar en Río”.
El dominicano de 22 años, que en su niñez hizo sangrar sus pies por correr descalzo en calles de tierra, resonó hace cuatro años en Londres al alzarse con la plata en la final de los 400 metros.
A pocos días de entrar en acción en sus segundos Juegos Olímpicos, Santos asegura que llega por más y está enfocado en mejorar el primer tramo de la prueba.
“Todo mundo sabe que remato bien fuerte. Los últimos 200 metros son míos”, señaló a The Associated Press.
Santos emerge como la carta fuerte de República Dominicana en sus aspiraciones de arribar al podio en Río, y en el atletismo en particular, después del retiro el año pasado de su bicampeón olímpico y mundial de los 400 metros con vallas, Félix Sánchez.
Este velocista dio qué hablar desde su adolescencia y en Londres se convirtió, con 18 años, en el medallista más joven en la especialidad de los 400 metros libres. Se metió segundo en la final con tiempo de 44.46 segundos.
En fechas recientes ha estado tratando de recuperarse de una pequeña lesión muscular en su pierna izquierda y que lo incomoda al momento de la salida.
Pero el dominicano subraya que volverá a estar en los reflectores en Río.
“Siento que puedo hacer lo mismo de siempre. Soy un atleta que nunca le he fallado a mis fanáticos. Siempre doy el máximo”, expresó. Pese a la dolencia, “hasta ahora pienso que puedo correr los 43 segundos”.
Santos admite, empero, que en Río tendrá que vencer a varios rivales que andan muy bien esta temporada, y los menciona. El granadino y actual campeón olímpico Kirani James, el sudafricano Wayde Van Niekerk y el estadounidense LaShawn Merrit, quien ostenta la mejor marca del año (43.97).
Poco antes del entrenamiento matinal de Santos, lo hizo el velocista costarricense Nery Brenes, quien también competirá en los 400 metros, además de los 200. El “tico” es amigo de Santos.
“Allí está Luguelín”, dijo a la AP, en referencia a una de las esperanzas latinoamericanas en el atletismo de Río. El costarricense sueña con meterse entre los finalistas de esa prueba.
Santos nació en un hogar pobre y sus carreras de la niñez las hacía descalzo en calles de tierra.
A una pregunta, aclaró que es normal para él correr sin zapatillas el campo al final de sus entrenamientos. “Esto me ayuda a regenerarme”, explicó.
Hace cuatro años, celebró en grande su medalla de plata con su compatriota Sánchez, quien había sumado su segundo oro olímpico en Londres.
“Sigue con nosotros, pero fuera de las pistas”, bromeó al hablar de “SúperSánchez”.
Sánchez se encuentra en Río como comentarista de televisión y planea hacerle una entrevista a Santos en la Villa Olímpica, según contó el propio atleta.

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