Las personas en algunas comunidades del Norte del país trataban de salvar lo poco que las lluvias dejaron.
Varias localidades continúan incomunicadas por las lluvias que han caído en los últimos días en el Cibao.
En Puerto Plata aún siguen asombrados por el desbordamiento del río Gran Diablo.
Las personas en algunas comunidades del Norte del país trataban de salvar lo poco que las lluvias dejaron.
Varias localidades continúan incomunicadas por las lluvias que han caído en los últimos días en el Cibao.
VILLA ISABELA, PUERTO PLATA. La riada combinada de varios ríos, arroyos y cañadas sembraron el luto y el dolor la noche del pasado domingo en los Hidalgos y este municipio, donde de los cinco fallecidos, tres pertenecían a una misma familia.
Las personas que perdieron la vida a causa de las inundaciones de los ríos Gualetico, Unijica, Gran Diablo y Cayo Miguel, fueron identificadas como Julio René Santos, de 32 años; Reynaldo D’Aza, de 42 años; y Rosaura Álvarez D’ Aza, de 12 años de edad, así como los agricultores Pedro Antonio Batista y Delvi Núñez, de 64 y 30 años de edad, respectivamente.
Según el informe de la Defensa Civil de esta localidad, los primos D’ Aza se encontraban en la residencia de su abuelo Severiano, en el paraje Gran Diablo, cuando de repente comenzó a subir el cauce del río con el mismo nombre.
Varios vecinos de la comunidad lograron sacar a don Severiano y su esposa de la vivienda, pero los demás fueron arrastrados por la fuerte corriente del río en cuestión.
Tras varias horas de búsqueda, los cadáveres fueron encontrados aguas abajo en la misma comunidad. La menor Rosaura Álvarez era hija de la trabajadora social Isaura D’Aza y cursaba el octavo grado de la escuela en el distrito municipal La Jaiba.
Mientras que Pedro Antonio Batista y Delvi Núñez fueron arrastrados por una cañada crecida en la sección El Pinto, del municipio Mamey. Murieron ahogados.
Desastre total
Las riadas de los ríos, arroyos y cañadas en Villa Isabela dejaron un cuadro totalmente triste y lamentable, ya que más del 60 % de las viviendas resultaron anegadas y todavía este lunes en la tarde sus habitantes se encontraban sacando agua de las casas.
No sólo fueron los sectores rurales que quedaron bajo agua, sino toda la zona urbana del municipio.
Además de las viviendas, fueron inundados los negocios, cafeterías, locales comerciales, las sedes de la Defensa Civil, Cruz Roja, Policía Nacional y el hospital público. El gobernador provincial Iván Rivera, quien se encontraba supervisando la zona conjuntamente con autoridades de la Defensa Civil, Plan Social de la Presidencia y los Comedores Económicos, informó que las pérdidas son cuantiosas. Dijo que cientos de familias perdieron todos sus ajuares, mobiliarios y efectos para el hogar.
Del mismo modo, decenas de cabezas de ganado y cerdos que estaban en las fincas fueron arrastrados por las crecidas.
Nunca había ocurrido
Moradores de diferentes sectores de esta localidad declararon que esa crecida del río Gran Diablo es la primera de esa naturaleza.
“Nunca habíamos visto ese río con tanta fuerza y furia, vino a acabar con todo”, precisó Cecilio Batista.
Mientras que Celina Peña reclamó de las autoridades del Gobierno dragar el río Cayo Miguel, para evitar nuevas inundaciones. Dijo que en ese sector siempre que hay fuertes lluvias se producen inundaciones, debido a que el río no tiene desahogo.
En Puerto Plata desde hace más de un mes han estado produciéndose lluvias, pero en La Isabela, las de este domingo fueron las que causaron el desastre a sus moradores
No hay comentarios:
Publicar un comentario