SANTO DOMINGO. El más esquivo de los artistas dominicanos con la prensa, Anthony Santos, El Bachatú, El Mayimbe de la Bachata, el más caro de los artistas, después de Juan Luis Guerra, se dispone a dar una memorable noche en el Latin Music Tour de agosto próximo, organizado por Quepe Tours con producción general de Fernando Quesada.
—¿Cómo va a demostrar en el Latin Music tour que Ud es el Mayimbe de La Bachata?
Lo que está a la luz del día no necesita anteojos, he demostrado que soy El Mayimbe por más de tres décadas y mi público sabe quién soy en un escenario. Su Mayimbe es una caja de sorpresas, siempre le doy algo especial a mi gente. Hasta que salga el sol.
—Por estos días alguien sin escrúpulos lo puso a Ud. en una silla de ruedas y hasta dijo que probablemente Ud. no volvería a caminar. ¿Cuál es la verdad?
De esa persona que se encargó de difundir la noticia difamatoria, pienso que es una persona carente de ética, de profesionalismo, que empaña con sus acciones el título que presume de periodista, una persona sin escrúpulos, responsabilidad ni vergüenza. Pienso que es un invento de tantos para dañar la imagen que con tanto esfuerzo y la bendición de Dios he logrado conseguir. La verdad es que gracias a Dios me encuentro con una excelente salud, la cual disfruto y trato de mantener cada día que Dios me permite vivir. Estoy usado sí, pero en perfectas condiciones, ¡Jajaja!
—¿Por qué la música?
Desde muy joven siempre ha corrido por mis venas la música. Nací para eso, soy músico por naturaleza. Cuando estaba pequeño jugaba con latas como tambora, usaba guayos hechos por mis propias manos como güira, y hacia guitarras con madera e hilos de plástico, las cuales trataba de entonar tocando música de ese tiempo. Siempre he sido un enamorado de la música, la música de tierra adentro, música del sentir del campo, del pueblo llano y sencillo.
—¿Cuáles son los elementos que Ud. destacaría, como parte del estilo Anthony Santos?
Es una conjugación, un arco iris de colores que vienen desde muy atrás, son muchas las cosas que conjugadas han dado este estilo no peculiar, poco común, imitable pero no igualable. Ni yo mismo podría definir eso que sale de mí, al momento de plasmar en un pentagrama las composiciones y arreglos que definen ese estilo que sale de mí en forma natural.
—¿Cuándo y cómo aprendió a tocar requinto?
Aprendí a tocar requinto observando a Luis Vargas cuando pertenecía a su grupo de bachata, donde yo era güirero. Yo era bastante inquieto y en mi tiempo libre me ponía a practicar; usaba las guitarras de mis compañeros cuando estábamos en ensayos si veía una oportunidad. Pero la real formación para aprender a tocar la guitarra fue una ayuda que me otorgó una persona de mi comunidad Las Matas de Santa Cruz llamado: Antonio Carrazco, el cual al ver el interés que yo tenía de avanzar, me dedicó parte de su tiempo a mostrarme algunos trucos que asimilé de forma inmediata, perfeccionando esta destreza. Luego se produjo la falta del músico que ocupaba el lugar de segunda guitarra en la agrupación, lo cual me motivó a solicitar esa posición y ahí fue donde puse en práctica lo aprendido y posterior mente perfeccionado.
—¿Cómo fue su niñez?
Fue una niñez sencilla, una niñez sin lujos, una niñez de campo, bonita, adornada del amor que me profesaron mis padres, los cuales me enseñaron el valor de las cosas y me inculcaron educación por la cual le estaré eternamente agradecido, me mostraron que hay que respetar para que te respeten y ser agradecido, me mostraron que las cosas hay que ganárselas y desde muy joven ayudaba a mi padre a trabajar en el campo, eso me produjo un hábito de trabajo el cual hoy en día siento lo mismo, el mismo empuje a no ver obstáculos en cuanto al trabajo y cuando hay que hacer algo echarle ganas y hacerlo. En esa enseñanza que desde niño tuve he basado toda la estructura que hoy Dios me ha permitido formar.
—¿Tuvo juguetes?
Soy nacido de una familia muy pobre, no tuve los juguetes que otros niños de mi generación pudieron tener, dado la pobreza de mi familia, pero si, tuve mis juguetes los cuales valoré y disfruté como el juguete más caro que otro niño de mi época pudo a ver tenido, hasta me atrevo a decir que tal vez un pito o una pelota, la disfrute más que aquel al que pudo poseer el más caro de los juguetes de mi tiempo, dado que, lo tomaba con amor, entusiasmo y alegría, así de simple me enseñaron a valorar lo que con esfuerzo y a veces sin poder me otorgaban mis padres como regalo de reyes o por cualquier otro motivo.
—¿Fue feliz entonces?
Si, con lo que tuve fui feliz. Tuve mis amigos, mis amores de infancia, y una felicidad sana e incomparable, pues no necesitábamos tanto para lograrlo, no había tantas exigencias.
—¿Sintió rechazo por el color de su piel?
En algunas ocasiones y situaciones de jóvenes se armaban discusiones por cualquier razón (pleitos de muchachos) encontraban en mi color una opción de reproche o de querer ofenderme haciendo referencia de mi color, pero nunca me afectó, puesto que vengo de una familia de color y consideró mi color uno de los más hermosos de la creación, siempre me sentí y me siento orgulloso de ello.
—Acaba de lanzar por los medios digitales y la radio en colaboración con Mark B, una versión en tiempo de merengue fusionado con urbano, del exitazo Despacito, de Luis Fonsi y de Daddy Yankee. ¿Qué piensa de los premios? ¿Quisiera ganar el Gran Soberano otra vez, Grammys? ¿Qué le falta?
Los premios Soberano son nuestros premios. Es el máximo galardón otorgado a la clase artística de nuestro país, por lo tanto pienso que debemos seguir fomentando, perfeccionándolo, dándole apoyo para que cada día sea mejor y nuestra clase artística y todo el pueblo dominicano sienta orgullo de ello. No obstante, basándonos en esos principios de avance podemos lograr que esos premios algún día sean vistos como cualquier otro certamen mundial de esa naturaleza y le puedan otorgar igual nivel de importancia tanto en nuestro país como en el extranjero.
Sería un gran honor para mí, pero déjeme decirle que aunque no he tenido el honor o el gran privilegio de haber recibido ese máximo galardón, he sentido en mi gente, mi público, mis fans y los empresarios que hacen posible mis actuaciones, dentro y fuera del territorio nacional, la entrega de ese premio en cada oportunidad de presentarme ante ese mi público. Y la importancia que me da ese mundo empresarial del cual dependen los artistas al momento de armar el esquema de negocios y trabajo, al igual que el cariño de la gente, cuando por medio de la redes sociales y en cada una de las oportunidades que me otorga la vida veo esa devoción y entrega a su Mayimbe. Eso yo lo valoro porque ellos se encargan de hacerme sentir en mi alma y corazón que soy su Gran Soberano, por lo cual le estaré a todos eternamente agradecido.
Los Grammy y premios internacionales son parte mediática de lo que decidas hacer con tu carrera. Siento que para eso no me falta nada, gracias a Dios y al público que me sigue, me considero un artista completo en todo el sentido de la palabra, así me lo han hecho sentir mi gente a lo largo y ancho de todos estos ańos de carrera artística ininterrumpida, a los cuales les agradezco esa consagración que me han otorgado como el número uno de esta vaina.
—¿Cómo va a demostrar en el Latin Music tour que Ud es el Mayimbe de La Bachata?
Lo que está a la luz del día no necesita anteojos, he demostrado que soy El Mayimbe por más de tres décadas y mi público sabe quién soy en un escenario. Su Mayimbe es una caja de sorpresas, siempre le doy algo especial a mi gente. Hasta que salga el sol.
—Por estos días alguien sin escrúpulos lo puso a Ud. en una silla de ruedas y hasta dijo que probablemente Ud. no volvería a caminar. ¿Cuál es la verdad?
De esa persona que se encargó de difundir la noticia difamatoria, pienso que es una persona carente de ética, de profesionalismo, que empaña con sus acciones el título que presume de periodista, una persona sin escrúpulos, responsabilidad ni vergüenza. Pienso que es un invento de tantos para dañar la imagen que con tanto esfuerzo y la bendición de Dios he logrado conseguir. La verdad es que gracias a Dios me encuentro con una excelente salud, la cual disfruto y trato de mantener cada día que Dios me permite vivir. Estoy usado sí, pero en perfectas condiciones, ¡Jajaja!
—¿Por qué la música?
Desde muy joven siempre ha corrido por mis venas la música. Nací para eso, soy músico por naturaleza. Cuando estaba pequeño jugaba con latas como tambora, usaba guayos hechos por mis propias manos como güira, y hacia guitarras con madera e hilos de plástico, las cuales trataba de entonar tocando música de ese tiempo. Siempre he sido un enamorado de la música, la música de tierra adentro, música del sentir del campo, del pueblo llano y sencillo.
—¿Cuáles son los elementos que Ud. destacaría, como parte del estilo Anthony Santos?
Es una conjugación, un arco iris de colores que vienen desde muy atrás, son muchas las cosas que conjugadas han dado este estilo no peculiar, poco común, imitable pero no igualable. Ni yo mismo podría definir eso que sale de mí, al momento de plasmar en un pentagrama las composiciones y arreglos que definen ese estilo que sale de mí en forma natural.
—¿Cuándo y cómo aprendió a tocar requinto?
Aprendí a tocar requinto observando a Luis Vargas cuando pertenecía a su grupo de bachata, donde yo era güirero. Yo era bastante inquieto y en mi tiempo libre me ponía a practicar; usaba las guitarras de mis compañeros cuando estábamos en ensayos si veía una oportunidad. Pero la real formación para aprender a tocar la guitarra fue una ayuda que me otorgó una persona de mi comunidad Las Matas de Santa Cruz llamado: Antonio Carrazco, el cual al ver el interés que yo tenía de avanzar, me dedicó parte de su tiempo a mostrarme algunos trucos que asimilé de forma inmediata, perfeccionando esta destreza. Luego se produjo la falta del músico que ocupaba el lugar de segunda guitarra en la agrupación, lo cual me motivó a solicitar esa posición y ahí fue donde puse en práctica lo aprendido y posterior mente perfeccionado.
—¿Cómo fue su niñez?
Fue una niñez sencilla, una niñez sin lujos, una niñez de campo, bonita, adornada del amor que me profesaron mis padres, los cuales me enseñaron el valor de las cosas y me inculcaron educación por la cual le estaré eternamente agradecido, me mostraron que hay que respetar para que te respeten y ser agradecido, me mostraron que las cosas hay que ganárselas y desde muy joven ayudaba a mi padre a trabajar en el campo, eso me produjo un hábito de trabajo el cual hoy en día siento lo mismo, el mismo empuje a no ver obstáculos en cuanto al trabajo y cuando hay que hacer algo echarle ganas y hacerlo. En esa enseñanza que desde niño tuve he basado toda la estructura que hoy Dios me ha permitido formar.
—¿Tuvo juguetes?
Soy nacido de una familia muy pobre, no tuve los juguetes que otros niños de mi generación pudieron tener, dado la pobreza de mi familia, pero si, tuve mis juguetes los cuales valoré y disfruté como el juguete más caro que otro niño de mi época pudo a ver tenido, hasta me atrevo a decir que tal vez un pito o una pelota, la disfrute más que aquel al que pudo poseer el más caro de los juguetes de mi tiempo, dado que, lo tomaba con amor, entusiasmo y alegría, así de simple me enseñaron a valorar lo que con esfuerzo y a veces sin poder me otorgaban mis padres como regalo de reyes o por cualquier otro motivo.
—¿Fue feliz entonces?
Si, con lo que tuve fui feliz. Tuve mis amigos, mis amores de infancia, y una felicidad sana e incomparable, pues no necesitábamos tanto para lograrlo, no había tantas exigencias.
—¿Sintió rechazo por el color de su piel?
En algunas ocasiones y situaciones de jóvenes se armaban discusiones por cualquier razón (pleitos de muchachos) encontraban en mi color una opción de reproche o de querer ofenderme haciendo referencia de mi color, pero nunca me afectó, puesto que vengo de una familia de color y consideró mi color uno de los más hermosos de la creación, siempre me sentí y me siento orgulloso de ello.
—Acaba de lanzar por los medios digitales y la radio en colaboración con Mark B, una versión en tiempo de merengue fusionado con urbano, del exitazo Despacito, de Luis Fonsi y de Daddy Yankee. ¿Qué piensa de los premios? ¿Quisiera ganar el Gran Soberano otra vez, Grammys? ¿Qué le falta?
Los premios Soberano son nuestros premios. Es el máximo galardón otorgado a la clase artística de nuestro país, por lo tanto pienso que debemos seguir fomentando, perfeccionándolo, dándole apoyo para que cada día sea mejor y nuestra clase artística y todo el pueblo dominicano sienta orgullo de ello. No obstante, basándonos en esos principios de avance podemos lograr que esos premios algún día sean vistos como cualquier otro certamen mundial de esa naturaleza y le puedan otorgar igual nivel de importancia tanto en nuestro país como en el extranjero.
Sería un gran honor para mí, pero déjeme decirle que aunque no he tenido el honor o el gran privilegio de haber recibido ese máximo galardón, he sentido en mi gente, mi público, mis fans y los empresarios que hacen posible mis actuaciones, dentro y fuera del territorio nacional, la entrega de ese premio en cada oportunidad de presentarme ante ese mi público. Y la importancia que me da ese mundo empresarial del cual dependen los artistas al momento de armar el esquema de negocios y trabajo, al igual que el cariño de la gente, cuando por medio de la redes sociales y en cada una de las oportunidades que me otorga la vida veo esa devoción y entrega a su Mayimbe. Eso yo lo valoro porque ellos se encargan de hacerme sentir en mi alma y corazón que soy su Gran Soberano, por lo cual le estaré a todos eternamente agradecido.
Los Grammy y premios internacionales son parte mediática de lo que decidas hacer con tu carrera. Siento que para eso no me falta nada, gracias a Dios y al público que me sigue, me considero un artista completo en todo el sentido de la palabra, así me lo han hecho sentir mi gente a lo largo y ancho de todos estos ańos de carrera artística ininterrumpida, a los cuales les agradezco esa consagración que me han otorgado como el número uno de esta vaina.
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