“Todas las mañanas le decía que se persignara antes de salir, porque uno nunca sabe”. Quien habla es Ana Rosario, entre lágrimas, vecina de toda de una vida de Miguel Ángel Montero, quien fue asesinado a tiros ayer miércoles, en el sector La Toronja en Santo Domingo Este.
Rosario, quien vio crecer a Miguel Ángel, cuenta que él no se metía con nadie y que a pesar de que tenía discapacidades en un brazo y en una pierna, siempre salía a lavar carros al taller de mecánica cercano para poder costearse los gastos de la universidad.
Montero, de 27 años, era el mayor de tres hermanos y se encontraba cursando su último semestre de contabilidad en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), aunque empezó estudiando administración de empresas, de donde fue persuadido por su madre para que cambie de carrera.
“Yo le decía que estudiara otra cosa que nosotros no tenemos ninguna empresa y se llevó de mi y se cambió”, decía su madre, Amarilis Montero, también entre lágrimas mientras describía a su hijo como una persona que nunca tuvo problemas con nadie y que siempre trataba de llevarse bien con todos.
“Esa es la percepción de todo el barrio sobre él”, explicaba Juan Carlos Puello, quien se crió con Montero en La Toronja, la barriada que desde la tarde de ayer cambió y que nunca volver a ser el tranquilo espacio en el que sus moradores andaban.
Las personas llegaban a la casa a darle el pésame a la familia, al momento que reclamaban justicia “por la pérdida de una vida inocente”.
Jeison Ramirez Diaz
Otra historia que se encontró dentro de ese suceso fue la de Jeison, quien apenas llevaba meses trabajando en el taller de mecánica como asistente del dueño.
Nativo de Barahona, Ramírez había dejado de conchar para enfocarse en un trabajo que llevaba más responsabilidad y con el que además podía estar cerca de su familia.
“Por aquí nadie tenía problemas con él, al contrario, ayudaba a todo el mundo y era de los que siempre estaban presentes cuando se le necesitaba, era un vecino con quien se podía contar”, explicó Rafael Rosario, amigo de Ramírez y que le compró el carro con que el occiso conchaba.
Jeison, quien deja tres niñas huérfanas de nueve, seis y tres años, será sepultado en su natal Barahona.
“Él no tenía que ver con eso, se asesinó a alguien que no tenía nada que ver con ese conflicto, alguien inocente y por eso queremos justicia, eso no debe de quedarse así”, recalcó Rosario.
Jeison Ramírez, Miguel Ángel Montero y Erickson Fernando Ramírez fueron asesinados la tarde de ayer frente al lugar donde trabajaban.
Juan David Cuevas Acosta fue detenido luego de que en la tarde del miércoles, junto a Simón Cuevas Peña, mejor conocido como “El Chicharronero”, (quien también está detenido), asesinara a Jeison Ramírez, Miguel Ángel Montero y a Erickson Fernando Ramírez.
Las motivaciones fueron una antigua rencilla por un espacio de parqueo.
El vocero de la Policía Nacional, coronel Frank Durán, informó anoche que la discusión se generó cuando Juan David llegó a su casa alrededor de la 1:00 de la tarde y encontró el vehículo marca Audi color negro, enfrente de su hogar y propiedad de los mecánicos, obstaculizando la entrada de su casa.
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