LA ROMANA. Un tribunal impuso este jueves tres meses de prisión preventiva contra el vigilante privado que ultimó el pasado viernes al joven Emigdio Revolus (Emilio y/o Piloto), en una estación de combustibles en la que prestaba servicios y donde también laboraba la víctima, en esta ciudad.
La jueza de la Oficina Judicial de Atención Permanente, Vicky Chalas, acogió la solicitud del Ministerio Público para imponer la medida de coerción a Carlos Porfirio Acevedo Castillo, de 65 años.
La audiencia se efectuó a puerta cerrada, sin el acceso de los reporteros, y a su salida de la sala Castillo rehusó ofrecer declaraciones.
De su lado, el abogado Félix Francisco Martínez expresó satisfacción por el fallo del tribunal y puso en dudas que al imputado se le haya escapado el disparo que acabó con la vida del estudiante universitario de 27 años.
Recordó que el joven Revolus, quien estaba en su día libre, pasó a saludar a sus compañeros y que cuando se dirigió hacia donde la seguridad, este le disparó a pesar de que los compañeros le hicieron saber que el muchacho laboraba en el establecimiento.
Además, el jurista sostuvo que cuentan con el testimonio de testigos que aseguran que tras cometer el homicidio, Carlos Porfirio manifestó con arrogancia: “Maté un haitiano”.
Sin embargo, Bienvenido Mejía, de la barra de la defensa, señaló que a su cliente se le escapó el disparo de escopeta calibre 12, alegando que estaba en el perímetro de servicio y que “no hubo” la intención de matarlo.
Añadió que Emilio Revolus cometió el error de provocar al seguridad, dando como un hecho que este bromeó que su presencia se trataba de un atraco.
Mientras que Katherin Luisanna Revolus hizo hincapié en que su tío no estaba armado, que estaba montado en su motocicleta y que por ende no representaba un peligro para el acusado.
Próspero Revolus, de formación cristiana, consideró que nadie debe matar a una persona por ser de origen haitiano.
“Emilio” fue ultimado poco después de las 9 de la noche y según la versión de testigos este se dirigió a conocer y saludar al hoy imputado, quien no lo conocía por ser nuevo en el servicio en la estación de gasolina Petronan, en la avenida Padre Abreu.
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