Los Testigos de Jehová son perseguidos desde la época Soviética en Rusia, país cuya religión oficial es la iglesia cristiana ortodoxa y la que sigue el 75 por ciento de sus ciudadanos.
Según el diario El País, los Testigos no solo eran perseguidos por su interpretación heterodoxa de la Biblia sino también porque para la KGB resultaba sospechosa por tener origen en Estados Unidos.
En abril de 2017, el Supremo ruso prohibió las actividades de los Testigos de Jehová al considerarlos una organización extremista y ordenó la incautación de todas sus propiedades y la disolución de sus 395 filiales en todo el país.
Este jueves, varios “testigos” fueron detenidos en las regiones de Mordovia, en la parte europea de Rusia, y en Janti-Mansiisk, en Siberia Occidental, según medios locales.
Las autoridades de Mordovia lanzaron una operación “a gran escala” para poner coto a las “actividades ilegales” de varios testigos de Jehová, que son acusados de extremismo.
También ayer, la Justicia rusa condenó a seis años de cárcel a un seguidor de los Testigos, el danés Dennis Christensen, el primero en ser detenido hace dos años tras la prohibición de la organización.
La Fiscalía acusó a Christensen de seguir organizando colectas en apoyo de su organización, distribuyendo literatura religiosa y atrayendo a nuevos fieles después de la prohibición de los Testigos de Jehová por decisión del Tribunal Supremo en abril de 2017.
El diario El País recuerda que los Testigos de Jehová están constantemente en medio de una polémica por sus prescripciones a sus miembros, uno de ellos la prohibición de la transfusión de sangre en casos de salud en los que se requiera, y por poseer órganos en los que resuelve casos cuestionados de sus fieles que deben ser tratados por la justicia ordinaria.
En noviembre del 2015 Rusia también prohibió la iglesia de la Cienciología después que el Tribunal Urbano de Moscú dictaminó que esa entidad viola la ley sobre libertad religiosa.
Una batalla que ganó en Corea del Sur
Los Testigos de Jehová recientemente superaron su batalla con el gobierno de Corea del Sur por el servicio militar obligatorio.
En junio del pasado año, la Corte Constitucional de Corea del Sur ordenó al gobierno a crear alternativas para aquellos que se rehusaran a tomar las armas por motivos religiosos o políticos, cuyos principales religiosos que iban a la cárcel por este motivo eran los Testigos de Jehová.
Dos meses después, el Tribunal Supremo examinó el caso de un joven testigo condenado por varios tribunales inferiores por negarse a hacer el servicio militar, y el 1 de noviembre falló a favor del hombre.
Los Testigos de Jehová eran la mayoría de los objetores de conciencia que rechazaban ir a hacer el servicio militar y terminaban encarcelados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario