“Nos tenían en zozobra a todo el mundo aquí”, decía uno de los residentes del callejón La Chancleta, del sector de Cristo Rey, donde el pasado sábado dos reconocidos “distribuidores de drogas” presuntamente mataron de varios disparos al cabo de la Policía Nacional Steven Contreras.
Los moradores del lugar declararon que los hombres operan un punto de venta de drogas en el lugar y tenían cerrados todos los accesos por donde se llega a la zona donde reside la pareja de la víctima y otras personas, para así tener el lugar controlado.
Bienvenido Javier Ángeles Guerrero, de 27 años, y Julio Santiago Taveras Tejada, 31, a quienes la Policía señala como los autores del hecho, habían advertido ya en varias ocasiones a Contreras por cómo debía llegar al lugar. “Le habían dicho que no llegue con la luz del motor prendida, y aparentemente ese día lo hizo de nuevo por lo que se pasó a discusión”, exclamó uno de los moradores del sector que no quiso ser identificado debido al temor de que los fugitivos cobren represalia.
Afirman que para ello habían cerrado todas las entradas con verjas, de las cuales tenían en su poder las llaves, así como dos perros que usaban de seguridad para el alegado negocio que operaban en una casucha edificada con blocks, zinc y madera. Un informe preliminar indica que las heridas mortales del cabo Contreras se las ocasionaron Bienvenido Javier Ángeles Guerrero, de 27 años, Julio Santiago Taveras Tejeda, de 31 (quienes se encuentran prófugos de la justicia), y el asimilado José Antonio Guerrero. La herida de bala que presenta el último se la infirió el alistado, y la de arma blanca, un hombre identificado como Yancarlos Guzmán.
Señala el informe policial que el cabo, tras concluir su trabajo de seguridad en un establecimiento en Santo Domingo Este, se dirigió a la residencia de su novia, ubicada en el Callejón La Chancleta, de Cristo Rey.
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