El Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) causa el SIDA. Este virus ataca al sistema inmunológico dejando al organismo vulnerable a una gran variedad de enfermedades y cánceres potencialmente mortales.
Las bacterias, levaduras, parásitos y virus que generalmente no provocan enfermedades serias en personas con un sistema inmunológico que funciona normalmente pueden provocar enfermedades mortales en las personas con SIDA.
Se ha encontrado el VIH en saliva, lágrimas, tejido del sistema nervioso, sangre, semen (incluido el líquido preseminal), flujo vaginal y leche materna. Sin embargo, sólo se ha comprobado el contagio a otras personas a través de sangre, semen, secreciones vaginales y leche materna.
La transmisión del virus ocurre:
+ Durante el contacto sexual, ya sea oral, vaginal o anal.
+ Por vía sanguínea, mediante transfusiones o al compartir agujas.
+ De la madre al niño. Una mujer embarazada puede transmitir el virus a su feto a través de compartir la circulación de la sangre o una madre lactante puede transmitirlo a su bebé por la leche.
Métodos de transmisión menos comunes:
+Lesión accidental con una aguja.
+Inseminación artificial por un semen donado y a través de un órgano donado.
No se propaga por contacto casual como un abrazo, por tocar cosas que han sido tocadas con anterioridad por una persona infectada con el virus, ni durante la participación en deportes ni por mosquitos.
Son principalmente el resultado de infecciones que normalmente no se desarrollan en personas con un sistema inmunológico sano. Estas se llaman "infecciones oportunistas".
Los síntomas comunes a estas infecciones son fiebre, sudoración (particularmente en la noche), glándulas inflamadas, escalofríos, debilidad y pérdida de peso.
No existe hasta el momento el cura para el SIDA. Sin embargo, se encuentran disponibles varios tratamientos que pueden retardar la evolución de la enfermedad por muchos años y mejorar la calidad de vida de aquellas que han desarrollado síntomas.
La terapia antiviral suprime la replicación del virus VIH en el organismo. Una combinación de varios agentes antiretrovirales conocida como Terapia Anti-Retroviral Altamente Activa (HAART, por sus siglas en inglés), ha sido muy efectiva en reducir el número de partículas de VIH en el torrente sanguíneo (medidas con un examen llamado carga viral), lo que puede ayudar al sistema inmune a recuperarse durante un tiempo y a mejorar los recuentos de células T.
Las personas tratadas bajo HAART con niveles reducidos de VIH aún pueden transmitir el virus a los demás por las relaciones sexuales o el uso compartido de agujas.
Nota: Este contenido no sustituye la visita al médico, si presenta molestias o sospecha que su pareja padece alguna enfermedad de transmisión sexual, acuda con su doctor de confianza o bien a un centro de salud.
Tomado de:
http://www.elkiosko.com.mx
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