Un hombre de 24 años disparó este sábado al mediodía en un centro comercial lleno de gente en Alphen aan den Rijn, en el oeste de Holanda, matando a siete personas antes de suicidarse.
"Hasta ahora hay siete muertos, incluyendo al autor de los disparos", dijo Bas Eenhoorn, alcalde interino, durante una conferencia de prensa. Eenhoorn agregó que el tiroteo también dejó "cuatro heridos muy graves" y al menos siete heridos leves.
Según el alcalde interino, el tiroteo comenzó alrededor de las 12H00 (10H00 GMT) en el centro comercial "de Ridderhof", "muy animado este sábado por la tarde", pues numerosas "familias con hijos hacían compras".
"Un hombre que tenía un arma automática abrió fuego contra la multitud (...) antes de quitarse la vida", agregó Eenhoorn. La identidad del individuo, que "actuó solo", no fue publicada.
Testigos interrogados por diversos medios de comunicación indicaron que se trataba de un hombre de unos 20 años.
"Era alto y estaba vestido con un pantalón de camuflaje", contó una señora mayor a la televisión pública holandesa NOS. "Se movía sin prisa, matando a sangre fría", añadió.
A su llegada al lugar de los hechos, la policía hizo evacuar el centro comercial, al correr el rumor de que el atacante no estaba solo.
Los disparos causaron el pánico. "Es increíble que se haya producido semejante hecatombe en nuestra ciudad, en un día tan hermoso", declaró Eenhoorn, quien presentó sus condolencias a las familias de las víctimas. El ministro de Justicia, Ivo Opstelten, habló de un "terrible drama".
La televisión NOS difundía imágenes del centro comercial, vacío de clientes y ocupado por numerosos policías, así como testimonios de personas que presenciaron el drama. También mostró fotos, entre ellas la de un hombre muerto en su automóvil, cuyo cuerpo yacía junto a la puerta abierta en medio de pedazos de vidrio.
Según testimonios telefónicos recogidos por la televisión pública holandesa NOS, el tiroteo duró "de diez a veinte minutos".
"Al comienzo pensamos que eran fuegos artificiales", contó una joven, Hajam Leouesset. "Pero enseguida se vio a gente corriendo por todos lados, y se les oía gritar. Luego vi a ese hombre, y había sangre por todas partes".
El atacante disparó a la redonda con una metralleta, y luego "se suicidó con ayuda de otra arma, cerca de las cajas del supermercado, donde me encontraba", añadió el testigo.
La policía y la justicia holandesas abrieron una investigación.
Actualmente están interrogando a los testigos que se están presentando, para reconstituir los hechos.
"A veces oímos que este tipo de cosas ocurren en el extranjero", indicó a la cadena NOS Glenn Schoen, un experto holandés en terrorismo. "No esperábamos que se produjera en Holanda un baño de sangre así", declaró.
"Hasta ahora hay siete muertos, incluyendo al autor de los disparos", dijo Bas Eenhoorn, alcalde interino, durante una conferencia de prensa. Eenhoorn agregó que el tiroteo también dejó "cuatro heridos muy graves" y al menos siete heridos leves.
Según el alcalde interino, el tiroteo comenzó alrededor de las 12H00 (10H00 GMT) en el centro comercial "de Ridderhof", "muy animado este sábado por la tarde", pues numerosas "familias con hijos hacían compras".
"Un hombre que tenía un arma automática abrió fuego contra la multitud (...) antes de quitarse la vida", agregó Eenhoorn. La identidad del individuo, que "actuó solo", no fue publicada.
Testigos interrogados por diversos medios de comunicación indicaron que se trataba de un hombre de unos 20 años.
"Era alto y estaba vestido con un pantalón de camuflaje", contó una señora mayor a la televisión pública holandesa NOS. "Se movía sin prisa, matando a sangre fría", añadió.
A su llegada al lugar de los hechos, la policía hizo evacuar el centro comercial, al correr el rumor de que el atacante no estaba solo.
Los disparos causaron el pánico. "Es increíble que se haya producido semejante hecatombe en nuestra ciudad, en un día tan hermoso", declaró Eenhoorn, quien presentó sus condolencias a las familias de las víctimas. El ministro de Justicia, Ivo Opstelten, habló de un "terrible drama".
La televisión NOS difundía imágenes del centro comercial, vacío de clientes y ocupado por numerosos policías, así como testimonios de personas que presenciaron el drama. También mostró fotos, entre ellas la de un hombre muerto en su automóvil, cuyo cuerpo yacía junto a la puerta abierta en medio de pedazos de vidrio.
Según testimonios telefónicos recogidos por la televisión pública holandesa NOS, el tiroteo duró "de diez a veinte minutos".
"Al comienzo pensamos que eran fuegos artificiales", contó una joven, Hajam Leouesset. "Pero enseguida se vio a gente corriendo por todos lados, y se les oía gritar. Luego vi a ese hombre, y había sangre por todas partes".
El atacante disparó a la redonda con una metralleta, y luego "se suicidó con ayuda de otra arma, cerca de las cajas del supermercado, donde me encontraba", añadió el testigo.
La policía y la justicia holandesas abrieron una investigación.
Actualmente están interrogando a los testigos que se están presentando, para reconstituir los hechos.
"A veces oímos que este tipo de cosas ocurren en el extranjero", indicó a la cadena NOS Glenn Schoen, un experto holandés en terrorismo. "No esperábamos que se produjera en Holanda un baño de sangre así", declaró.
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