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domingo, 11 de marzo de 2012

Una Vida Solitaria

Un hombre Solitario

Hace muchos muchos años
en una pequeña aldea;
de padre muy humildes,
nació un niño en Judea.

Trabajó de carpintero, 
hasta los treintas llegar; 
y los tres años siguientes, 
los dedicó a predicar.

No asumió cargos públicos, 
Ni nunca libros escribió; 
nunca formó una familia 
y nunca casa poseyó.

No asistió a la universidad, 
ni gran ciudad visitó; 
ni se alejó muchas millas, 
del lugar donde nació.

No tenía más credenciales, 
que la esencia de su ser; 
y al cumplir los 33, 
se ensañaron contra él.

Sus amigos le abandonaron,
y un discípulo en traición;
con un beso en la mejilla, 
a enemigos entregó.

Con dignidad y paciencia, 
soportó aquel juicio cruel;
a morir fue condenado,
en el suelo de Israel.

Y fue allí entre ladrones, 
cuando en la cruz expiraba;
que un grupo de maleantes, 
su ropa se diputaba.

Y eran aquellas ropas,
 lo único que poseía;
u su su tumba prestada; 
para enterrarle aquel día.

Dos mil años han pasado, 
y hoy es figura central;
de toda raza humana, 
y el progreso en general.

Juntad todos los ejército,
que han luchado en esta tierra; 
juntad los parlamentos,
y los reyes y la reina.

Y todos ellos juntos, 
a través del calendario; 
no le harán más falta al mundo, 
como ese hombre solitario.

Autor
Grabiel R Roedan

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