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sábado, 13 de febrero de 2010

Amy Bishop, biologa que mato a tres compañeros en Alabama tendría posible pena capital

WASHINGTON.- Amy Bishop, la profesora de biología que ayer asesinó a quemarropa a tres compañeros de departamento en la Universidad de Alabama, ha sido acusada del triple asesinato y de un cargo de muerte premeditada, que le puede acarrear la pena capital.

Hoy las investigaciones sobre el pasado de Bishop revelaron que en 1986 mató a su hermano, de 18 años, de un disparo a quemarropa en el estómago, aunque en aquel entonces se consideró que había sido un accidente.

El entonces jefe de policía relató que Amy Bishop había preguntado a su madre, en presencia de su hermano, cómo se descargaba un revolver, y con el arma en la mano, disparó. Según el policía, todos los indicios apuntaban a un accidente, informa hoy la versión digital del diario The Boston Globe.

La pasada noche la fiscalía formuló las acusaciones contra esta profesora de biología, que abrió fuego ayer contra sus compañeros durante una reunión del departamento en el campus de Huntsville.

Los primeros indicios apuntan a que Bishop, de 42 años, estaba airada por no haber sido promocionada con un contrato fijo.

Como consecuencia del tiroteo murieron tres profesores de biología y otros tres empleados de la universidad resultaron heridos de diversa consideración.

Los fallecidos han sido identificados como Maria Ragland Davis, una profesora senior del departamento, Gopi K Podila, el jefe del departamento de Ciencias Biológicas, y Adriel Johnson, uno de los profesores de la facultad.

Los heridos fueron trasladados a un centro hospitalario. Dos de ellos, el profesor de microbiología Joseph Leahy y la asistente del departamento, Stephanie Monticell, se encuentran en condiciones críticas, en tanto que el profesor Luis Rogelio Cruz-Vera se encuentra estable.

El marido de una de las fallecidas, Maria Ragland Davis, explicó a la prensa que su esposa iba a reunirse con Bishop para hablar de la posibilidad de que la acusada pudiera pasar a ser empleada fija, lo que le daría una mayor seguridad laboral.

En la reunión, relataron testigos presenciales, Bishop se encolerizó y comenzó a disparar. En ocasiones, María Ragland había dicho a su marido que Bishop "no era capaz de afrontar la realidad" y que "no era tan buena como pensaba".

Bishop era una neurobióloga que había estudiado en la Universidad de Harvard y que se incorporó a la Universidad de Alabama, en Huntsville, como profesora asistente de la facultad de biología en el 2003.

La policía acudió con rapidez al lugar del suceso y pudo detener a la acusada. Cuando salía del edificio, esposada, y antes de entrar en el vehículo policial se le oyó decir "No ocurrió. No ha habido manera... Están todavía vivos".

Bishop se enfrenta a tres cargos de asesinato y uno de asesinato premeditado, que le podría acarrear la pena de muerte.

La policía informó hoy de que había llamado a declarar a un hombre como "persona de interés" en la investigación. Algunos medios han informado que se trata del esposo de la acusada, que no ha sido llamado como sospechoso, sino para prestar testimonio.

El incidente ocurrió hacia la media tarde de ayer, cuando en la Universidad todavía había algunos estudiantes, si bien ninguno resultó herido, manifestó Ray Garner, portavoz de la universidad.

En su sitio de Internet la universidad informó de la cancelación de las clases y recomendó a los estudiantes a regresar a su casa. Hoy algunos de los universitarios y de los profesores deambulaban por el campus, dándose ánimo y consuelo unos a otros.

Uno de los estudiantes que acudía a las clases de anatomía de Bishop, Andrew Cole, dijo a la prensa local que la acusada era una persona "comprensiva y preocupada por sus estudiantes. Nunca lo hubiera pensado de ella".

El campus de Huntsville, donde tuvo lugar el tiroteo, cuenta con unos 7.000 estudiantes y se encuentra cerca de una de las sedes de la agencia espacial estadounidense NASA.

El incidente ocurrió una semana después de que Huntsville fuera sacudida por la muerte a balazos de un estudiante de secundaria a manos de uno de sus compañeros.

"Esta es una universidad muy segura. Nada como lo que experimentamos hace una semana. Esta ciudad no está acostumbrada a los tiroteos y a un número múltiple de víctimas", indicó Garner.

El incidente ocurrió al cumplirse dos años del día en que un estudiante asesinó a cinco de sus compañeros en la Universidad de Northen Illinois.

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