DALLAS, Estados Unidos, jun. 14, 2010.- La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos en El Paso confirmó haber recibido amenazas desde que la semana pasada uno de sus agentes disparó y mató al niño mexicano Sergio Adrián Hernández Guereca, que presuntamente le arrojaba piedras.
"Hemos recibido llamadas telefónicas con amenazas, y se tiene información sobre eso, pero hasta ahora las amenazas no han sido corroboradas", dijo el agente Ramiro Cordero, uno de los voceros de la Patrulla Fronteriza en El Paso.
"En el pasado hemos tenido recompensas de 250 mil dólares y de 25 mil dólares por la cabeza de uno de nuestros agentes, pero ninguna de esas amenazas fue ejecutada y no creo que tengamos una recompensa específica por estas últimas amenazas", indicó.
El agente de la Patrulla Fronteriza que mató al niño mexicano no ha sido identificado. El agente se encontraba en el lado estadounidense cuando disparó contra Hernández, que permanecía en el lado mexicano.
Este sábado, agentes de la Patrulla Fronteriza en El Paso se apertrecharon con equipo antimotines cerca del puente de ferrocarril en el sur de El Paso, mientras un grupo de adolescentes lanzaba piedras hacia el lado estadounidense y cortaba una apertura en la cerca divisoria.
"Nuestros agentes mostraron una tremenda contención al tiempo que resguardaban nuestra frontera. No tenemos reportes de daños a nuestros agentes o sus vehículos", indicó Cordero.
El grupo de adolescentes, no identificados, permaneció más de una hora sobre el lecho del Río Bravo lanzando piedras a los agentes y pintarrajeando leyendas sobre los diques de cemento que conducen el río en esa zona.
Los adolescentes se desprendieron de un mitin que había sido convocado por el Frente Diverso Democrático en el lado mexicano cerca del Puente Internacional Paso del Norte para protestar por la muerte de Hernández ocurrida el pasado siete de junio.
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