Starr, de 66 años y quien, según la Fiscalía, administraba los bienes de "una amplia red de clientes famosos" entre los que, según varios medios, se encuentran los actores Sylvester Stallone y Wesley Snipes, y la fotógrafa Annie Leibovitz, estafó esa millonaria cantidad a al menos once de ellos.
Las autoridades, que no divulgaron la identidad de las personas afectadas, detuvieron a Starr el pasado 27 de mayo y entonces cifraron el fraude en 30 millones de dólares, una cantidad que se ha incrementado ahora y que no se descarta que siga creciendo.
"El tamaño del fraude se ha doblado en las dos semanas que han transcurrido desde la detención de Starr y ahora se encuentra en 59 millones de dólares, pero seguimos contando", explicó este jueves en un comunicado de prensa el fiscal del distrito sur de Nueva York, Preet Bharara.
Por este supuesto desfalco, Starr se enfrenta a una veintena de cargos relacionados con fraude y lavado de dinero que podrían conllevar penas de hasta 20 años de cárcel cada uno.
Según la acusación, Starr habría orquestado la millonaria estafa a través de Starr & Co., empresa con la que convencía a sus clientes de invertir grandes cantidades de dinero en "negocios seguros" que luego desviaba a sus cuentas o destinaba a inversiones más arriesgadas en las que tenía algún interés.
Además, en los casos en los que Starr controlaba las cuentas bancarias de sus clientes, realizaba "transferencias no autorizadas" a cuentas de abogados y de una empresa pantalla, y que destinaba luego "a su propio uso".
Cuando los clientes reclamaban al financiero el pago de beneficios, Starr utilizaba, según la Fiscalía, un esquema Ponzi por el que utilizaba el dinero de las cuentas de otros inversores para satisfacer a los primeros, sin que en realidad existiera un negocio sólido que respaldara sus actividades.
La Fiscalía detalló, por ejemplo, cómo el asesor financiero aconsejó a uno de sus clientes -"un dramaturgo y guionista de avanzada edad"- que invirtiera en una compañía productora de cine, pero el cliente rechazó la sugerencia, algo que Starr ignoró y transfirió 300.000 dólares de sus fondos a esa firma.
Además también destaca el caso de "una actriz de avanzada edad" que creía, según la Fiscalía, que sus ahorros se encontraban a salvo y seguros cuando descubrió que habían perdido buena parte de su valor después de que Starr los invirtiera sin su permiso en operaciones de alto riesgo.
En el momento de su detención, las autoridades también implicaron en la trama al ex presidente del concejo municipal de Nueva York Andrew Stein como uno de sus colaboradores.
La Fiscalía también detalló entonces que Starr utilizó los fondos de sus clientes el pasado abril para comprarse "un lujoso apartamento de cinco habitaciones y seis baños y medio valorado en 7,5 millones de dólares", cifra de la que sufragó 5,75 millones únicamente con el dinero de una de sus clientas, "una heredera de casi 100 años de edad".
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