ELIAS PIÑA. Emilianito Valdez Ubri y Nilson Díaz Medina descuartizaron a Rafael Polanco Tolentino, de 56 años y mataron sus dos hijas de nueve y once años, para robarle el dinero de nueve sacos de maíz sin saber que el producto no había sido cobrado.
Se supo que Polanco Tolentino recolectó los nueve sacos de maíz en un conuco de su propiedad, por el cual vendió a 600 pesos, cada saco por lo que debió recibir cinco mil 400 pesos.
Los dos ex rasos del Ejército desconocían que Polanco Tolentino no recibió el dinero porque el maíz le fue comprado a crédito por un comerciante que pagaría el producto cuando efectuara la venta.
Los jóvenes asesinaron y luego descuartizaron al agricultor y mataron a sus dos hijas, Luz Maria de nueve años y Lucia Polanco de once, para no dejar testigos.
Moradores de la sección La Meseta, vecinos de las victimas, informaron a periodistas y a las autoridades, que los dos ex militares mantenían en zozobra a los residentes del lugar cometiendo atracos, violando niñas y robando animales para venderlos en Haití.
Se dijo además que con el dinero obtenido compraban drogas, entre otras cosas.
Sin embargo nunca fueron apresados por las acciones delictivas que según residentes en La Meseta, estos cometieron en tiempos recientes, sino por el triple asesinato.
Según se informó la transacción que hizo Polanco Tolentino no fue en efectivo, y en las primeras horas de la noche del lunes, debido a lo cual no tenía el dinero cuando los dos hombres se presentaron a la casa del agricultor para robarle el dinero.
Como una de sus hijas, Lucia, de 11 años conoció al que le propino los primeros machetazos, estos optaron por raptarlas a ella y a su otra hermana, Luz Maria, de 9 años.
Luego de caminar menos de 10 kilómetros hasta llegar a un lugar conocido como Sobacón, asesinaron a las menores después de propinarles más de 35 punzonzazos a cada una, según ellos confesaron y como aparece en el certificado del médico legista que examinó sus cadáveres.
Residentes en la sección La Meseta, donde ocurrió el hecho informaron que los ex militares en ocasiones practicaban el chantaje y la mentira diciendo que habían reingresado al Ejercito Nacional, situación que provocaba temor de denunciar sus acciones .
Fue el robo y no una borrachera lo que llevó a los detenidos a cometer el triple asesinato.
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