BONAO. Tres jóvenes implicados en el triple crimen ocurrido la noche del domingo en esta ciudad tuvieron que ser trasladados de madrugada a la cárcel de Cotuí por un contingente policial ya que ayer una multitud frente al cuartel quería lincharlos luego que el Tribunal de la Atención Permanente les dictara un año de prisión como medida de coerción.
Ayer en la tarde en medio de una multitud que con piedra, palos y galones llenos de gasolina pedía la cabeza del confeso homicida de la pareja de esposos y un niño de ocho años, los tres imputados fueron trasladados al Palacio de Justicia donde les dictaron medidas de coerción de un año de prisión.
El dolor y el llanto se apoderó de los familiares de las víctimas cuando las trajeron ayer para velarlas por dos horas en la funeraria Taveras de la calle Duarte. La gente solo clamaba justicia.
La jueza, licenciada Jenny Muñoz, del tribunal de la Atención Permanente, impuso un año como medida de coerción a Juan Manuel Torres Zapata (Samuelito), autor material; Nathanael Torres Zapata, hermano del victimario y quien quemó los tenis y ropa ensangrentada del matador, y a Paul Rodríguez Bencosme, acusado de ser cómplice de Samuelito.
Los tres fueron enviados a la cárcel pública de Cotuí.
Los acusados del triple crimen fueron llevados desde la dotación policial de aquí hasta el Juzgado de la Atención Permanente bajo un contingente policial que los protegía ya que la multitud querían quitárselos a los policías para lincharlos.
Para trasladarlos hubo que ponerles chalecos antibalas.
La indignación de la población es porque el supuesto asesino era persona de suma confianza de los esposos que fueron degollados y su nieto de ocho años apuñalado.
El fiscal de Monseñor Nouel, licenciado Arismendy Ramírez Nova, exhortó a los familiares y a la población a confiar en el Ministerio Publico. La pareja de esposos y su nieto fueron muertos el domingo a las ocho de la noche por el confeso Juan Manuel Torres Zapata (Samuelito) quien utilizó un cuchillo de 16 pulgadas.
Los tres fueron hallados muertos en la vivienda número 24 de la calle Restauración del sector Mejoramiento Social.
El triple crimen consternó a los moradores de esta ciudad.
Aquí solo se habla de ese caso ya que la familia asesinada gozaba de gran aprecio.
No obstante las detenciones, el coronel Eddy Pérez Peralta dijo que continúa con las investigaciones del crimen.
Mientras que en medio de llanto y dolor fueron sepultados en el cementerio de Caracol luego de velarlos en la funeraria Taveras donde miles de personas asistieron.
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