Londres. EFE. Algunas clínicas privadas británicas aceptan practicar abortos a mujeres embarazadas que no quieren tener al bebé una vez conocen su sexo, especialmente en el caso de fetos femeninos, asegura hoy el diario británico The Daily Telegraph.
En un reportaje, realizado mediante grabaciones con cámara oculta, el rotativo relata cómo algunos médicos de centros privados acceden a realizar abortos motivados únicamente por el género del feto, práctica ilegal en el Reino Unido. En declaraciones al Telegraph, el ministro de Sanidad, el conservador Andrew Lansley, expresó su preocupación por esta denuncia e indicó que ha iniciado una investigación urgente al respecto.
Los reporteros del diario visitaron, acompañados de mujeres embarazadas, las consultas ginecológicas de nueve centros sanitarios privados del Reino Unido, en las que intentaron concertar una operación de aborto porque no estaban satisfechas con el género del feto.
En tres de las clínicas, los doctores accedieron a realizar la operación a un precio que oscila entre las 200 y las 640 libras (entre 240 y 760 euros) y, en una de ellas, incluso se ofrecieron a falsificar los papeles de la intervención. En un caso, la mujer, embarazada de ocho semanas, explicó a una doctora de una clínica de Manchester (norte de Inglaterra) que quería interrumpir su embarazo porque iba a tener una niña, a lo que la doctora accedió.
En otro, una mujer embarazada de un feto masculino de 18 semanas consiguió concertar una operación de aborto en una clínica londinense bajo el pretexto de que, como ya tenía un niño, quería una niña.
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