El héroe no exhibió ni la fuerza ni la audacia de un súper Héroe.
Por segunda vez, mal indicio, el villano de Batman desplaza al hombre-muerciélago en estelaridad, en base a una actuación sorprendente que logra penetrar el gusto de la gente que ha comenzado a ver, desde ayer jueves, El Caballero Oscuro: La leyenda renace (The Dark Knight rises).
En esta entrega,Bane, a quien el director le diseño una personalidad que se siente en pantalla y que habrá de permanecer en la memoria colectiva por encima de la elegancia y efectismos del Batman que hace Christian Bale.
Un villano aplastante, bien concebido y mejor interpretado: Bane, vence a Batman, pero no solo en la violenta pelea en que le quiebra la columna vertebral. Histriónicamente deja sentada la diferencia y deja atrás, lejos muy lejos, a Christian Bale.
Bane se gana la atención y hasta la admiración de la gente desde su simbólica representación del maligno terrorista, calculador, inteligente y con un cierto aire de tosca elegancia. El filme es valiosa ficción bien lograda, sobre todo en sus efectos visuales, la extraordinaria banda de sonido y el guión, nada simple de concebir, pero que logra proyectar un ambiente completamente distinto de todas las “Ciudad Gótica” logradas las películas anteriores.
Esta entrega de Batman es deleite del cine de escape. La escena aérea del inicio y la del estadio de Futbol americano, son de antología cinematográfca. Es un filme para disfrutarlo.
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