PUERTO PLATA.- Profunda tristeza y dolor provocó en la familia salesiana y residentes en este municipio, la muerte ayer en un accidente de tránsito del padre Víctor Martínez Cabrera, cuando se dirigía desde Jarabacoa a esta ciudad, a oficiar su primera misa, tras haber sido ordenado sacerdote el pasado sábado.
La ordenación sacerdotal de Martínez Cabrera, realizada un día antes de su muerte, en la parroquia María Auxiliadora, en Jarbacoa, fue conferida por monseñor Julio César Corniel Amaro, obispo de Puerto Plata.
Corniel Amaro informó a DL que el fallecido sacerdote vino al país hace varios días para la ceremonia religiosa, después de permanecer varios años en México, donde el 18 de junio de 2011 fue ordenado diácono. Pertenecía a los salesianos de las Antillas San Juan Bosco.
El accidente ocurrió en la carretera de Jarabacoa después de la curva donde está la Virgen de la Altagracia, antes del mediodía, cuando la yipeta Mitsubishi Montero placa G046925, que conducía Manuel Jerez, esposo de la señora Petra Jiménez, de 56 años, tía de la víctima, y quienes también fallecieron en el lugar, se deslizó al precipicio.
Los restos del padre Martínez Cabrera son velados en la iglesia Nuestra Señora de la Altagracia, en el barrio Conani, donde oficiaría su primera misa a las 5:00 de la tarde de ayer, y serán sepultados hoy a las 11:00 am.
"Nos sentimos profundamente consternados con esta irreparable pérdida", expresó monseñor Corniel Amaro
Dos heridas graves
En el accidente además resultaron gravemente heridas la mexicana Verónica Núñez Acero, quien recibe atenciones médicas en el Hospital José María Cabral y Báez, a quien se le diagnosticó politraumatismo severo, y la joven Anny Patricia Jerez, de 26 años, trasladada por sus parientes desde el Hospital Luis Morillo King de La Vega a un centro médico en Santo Domingo.
Martínez Cabrera era oriundo de Puerto Plata y las demás víctimas vivían de Santo Domingo, con excepción de la mexicana, quienes habían venido a celebrar el acontecimiento religioso.
La operación de rescate de los cuerpos tomó a los organismos de socorro alrededor de hora y media.
Los cadáveres de la tía del sacerdote fallecido y su esposo fueron trasladados a Santo Domingo, donde residían.
La ordenación sacerdotal de Martínez Cabrera, realizada un día antes de su muerte, en la parroquia María Auxiliadora, en Jarbacoa, fue conferida por monseñor Julio César Corniel Amaro, obispo de Puerto Plata.
Corniel Amaro informó a DL que el fallecido sacerdote vino al país hace varios días para la ceremonia religiosa, después de permanecer varios años en México, donde el 18 de junio de 2011 fue ordenado diácono. Pertenecía a los salesianos de las Antillas San Juan Bosco.
El accidente ocurrió en la carretera de Jarabacoa después de la curva donde está la Virgen de la Altagracia, antes del mediodía, cuando la yipeta Mitsubishi Montero placa G046925, que conducía Manuel Jerez, esposo de la señora Petra Jiménez, de 56 años, tía de la víctima, y quienes también fallecieron en el lugar, se deslizó al precipicio.
Los restos del padre Martínez Cabrera son velados en la iglesia Nuestra Señora de la Altagracia, en el barrio Conani, donde oficiaría su primera misa a las 5:00 de la tarde de ayer, y serán sepultados hoy a las 11:00 am.
"Nos sentimos profundamente consternados con esta irreparable pérdida", expresó monseñor Corniel Amaro
Dos heridas graves
En el accidente además resultaron gravemente heridas la mexicana Verónica Núñez Acero, quien recibe atenciones médicas en el Hospital José María Cabral y Báez, a quien se le diagnosticó politraumatismo severo, y la joven Anny Patricia Jerez, de 26 años, trasladada por sus parientes desde el Hospital Luis Morillo King de La Vega a un centro médico en Santo Domingo.
Martínez Cabrera era oriundo de Puerto Plata y las demás víctimas vivían de Santo Domingo, con excepción de la mexicana, quienes habían venido a celebrar el acontecimiento religioso.
La operación de rescate de los cuerpos tomó a los organismos de socorro alrededor de hora y media.
Los cadáveres de la tía del sacerdote fallecido y su esposo fueron trasladados a Santo Domingo, donde residían.
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