NUEVA YORK, Nueva York, (AFP) - Un juez federal de Nueva York ha
confirmado oficialmente el martes la condena a muerte de un hombre que
mató a dos policías en 2003, una decisión muy poco frecuente en este
Estado de la costa este estadounidense, donde la pena fue abolida en
2004.
Ronell Wilson, de 31 años, había matado a los policías, Rodney Andrews y James Nemorin, en un coche en Staten Island, en marzo de 2003. Los dos agentes estaban trabajando encubiertos y fingiendo querer comprar armas ilegales.
Wilson fue una vez condenado a muerte en 2007, pero la pena fue anulada en apelación planteada en 2010 sobre la base de que los fiscales habían violado su derecho constitucional de no declarar, señalándole al jurado que si hubiera tenido alguna remordimiento, lo habría dicho.
Wilson, quien en marzo se convirtió en padre de un niño pequeño concebido con una guardia de la prisión - que se arriesga a 15 años de prisión por abuso sexual - fue inicialmente procesado por el Estado de Nueva York.
Pero la justicia federal retomó el caso, cuando la pena de muerte fue declarada inconstitucional en 2004 en ese Estado. Y después de la decisión de la corte de apelaciones, los procuradores volvieron a reclamar la pena capital.
En el segundo juicio, realizado este año, los abogados de Wilson hicieron todo para tratar de evitarle la pena de muerte, entre otras cosas, alegando que ignoraba que se trataba de policías -la muerte de policías es duramente castigada- y que tuvo una infancia extremadamente difícil que le dejó perturbado emocionalmente. Pero estos argumentos fueron rechazados por el jurado, que mantuvo la decisión.
Nadie ha sido ejecutado en Nueva York desde 1963.
Ronell Wilson, de 31 años, había matado a los policías, Rodney Andrews y James Nemorin, en un coche en Staten Island, en marzo de 2003. Los dos agentes estaban trabajando encubiertos y fingiendo querer comprar armas ilegales.
Wilson fue una vez condenado a muerte en 2007, pero la pena fue anulada en apelación planteada en 2010 sobre la base de que los fiscales habían violado su derecho constitucional de no declarar, señalándole al jurado que si hubiera tenido alguna remordimiento, lo habría dicho.
Wilson, quien en marzo se convirtió en padre de un niño pequeño concebido con una guardia de la prisión - que se arriesga a 15 años de prisión por abuso sexual - fue inicialmente procesado por el Estado de Nueva York.
Pero la justicia federal retomó el caso, cuando la pena de muerte fue declarada inconstitucional en 2004 en ese Estado. Y después de la decisión de la corte de apelaciones, los procuradores volvieron a reclamar la pena capital.
En el segundo juicio, realizado este año, los abogados de Wilson hicieron todo para tratar de evitarle la pena de muerte, entre otras cosas, alegando que ignoraba que se trataba de policías -la muerte de policías es duramente castigada- y que tuvo una infancia extremadamente difícil que le dejó perturbado emocionalmente. Pero estos argumentos fueron rechazados por el jurado, que mantuvo la decisión.
Nadie ha sido ejecutado en Nueva York desde 1963.
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