Se trata de una ciudadana venezolana de 43 años que había llegado a Madrid en un vuelo procedente de Bogotá (Colombia).
Durante el control de los pasajeros de un vuelo procedente de Bogotá, la actitud y el comportamiento de una supuesta turista hizo sospechar a los agentes antidroga, quienes procedieron a controlar la maleta que había facturado, así como las pertenencias que portaba consigo.
La pasajera, quien aterrizó en el aeropuerto barcelonés de El Prat en un vuelo procedente de Bogotá, levantó las sospechas de los agentes por sus respuestas ambiguas acerca de los motivos de su viaje.
Ante la posibilidad de que pudiera transportar droga, la mujer fue examinada y en la exploración, agentes detectaron que llevaba dos gasas manchadas de sangre que tapaban heridas abiertas bajo los senos.
La pasajera alegó que había sido operada dos meses atrás para colocarse unos implantes mamarios y que las heridas no habían terminado de curar, reportó la agenciaEFE. A través de esas heridas, la Policía entrevió un cuerpo extraño de color blanco, por lo que personal facultativo del Servicio de Aduanas le practicó un examen radiológico y remitió a la pasajera al hospital.
Posteriormente se le practicó una intervención quirúrgica y de cada una de sus mamas se le extrajo una bolsa con forma de prótesis rellena de cocaína, con un peso de 1.377 gramos en total:
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