BBC Mundo- La británica Rebecca Brown tiene tricotilomanía, un transtorno obsesivo compulsivo que la lleva a arrancarse el pelo. Y lo mejor que ha encontrado para enfrentarlo es YouTube.
La joven del condado de Essex, en el sudeste de Inglaterra, tiene dos canales en la red social, uno exclusivamente dedicado a la enfermedad y el otro más personal. Ambos suman más de 200.000 suscriptores. En ellos cuenta su lucha diaria, hablando directamente a cámara.
Un video que colgó recientemente, hecho a partir de unas 2.100 fotografías que se tomó a sí misma en los últimos seis años y medio, ha alcanzado casi seis millones de visitas.
Hoy la estudiante de cine de 21 años suma seguidores a diario, gente anónima que le dice cuán inspiradora es. Lleva el pelo corto sin áreas calvas, y en los videos luce una amplia sonrisa y su tono de voz es la mayoría de las veces alegre.
Pero no siempre fue así, le confiesa Brown a la BBC.
Hábito peligroso
Todo comenzó en la niñez. Cada vez que se enfadaba o se sentía agobiada, necesitaba relajarse jugando con su propio pelo.
Rebecca Brown se ha quedado completamente calva en más de una ocasión debido al transtorno obsesivo.
Para los 16 años el hábito la había dejado prácticamente calva. Y los médicos tardarían en acertar con el diagnóstico de una enfermedad crónica y difícil de tratar, que en muchos casos viene acompañada de otros trastornos como la dermatilomanía -pellizcarse compulsivamente-, la ansiedad y la depresión.
Por en aquel entonces ya había descubierto YouTube. “A los 12-13 no tenía confianza en mí misma. No era popular, no tenía un grupo de amigos. Y YouTube apareció en mi vida”, le explica a la BBC. “Se convirtió en una especie de consejero, en mi voz”.
Fue hace cinco años cuando habló por primera vez sobre su “condición” en la soledad de su habitación, pero para el ciberespacio. “No sabía que millones de personas me verían hablando del pelo, de la tricotilomanía”, dice. “Me sentía muy sola”.
En muchos de los videos la desesperación de Brown es palpable. “Lo he intentado todo, pero nada parece pararlo. Sigue volviendo”, afirma mientras levanta la melena y muestra la nuca; una zona en la que debería haber pelo, pero no lo hay.
El día a día en video
Desde entonces han sido muchas las horas de grabación. Hay imágenes de Beckie0 -su identidad en YouTube- mostrando su armario y ropa que adquirió recientemente, maquillada como Twiggy -una famosa modelo británica de los años 60, conocida por sus enormes ojos y su delgadez-, en un parque de Londres en el que consiguió reunir a 90 personas para un picnic.
Son videos alegres, pero en alguno también habla de las horas más difíciles, como el titulado “All went wrong” (“Todo salió mal”). En él llora y cuenta cómo después de mucho tiempo encontró su escritorio lleno del cabello que se había arrancado de la cabeza compulsivamente, sin darse cuenta.
Esos videos son su terapia. “Creo que si no tuviera YouTube, si éste no existiera, no tendría esta seguridad en mí misma”.
Brown le explica a la BBC que es cuestión de abrir el corazón, de hacer contacto visual. “Aunque no haya pestañas”. Porque los tricotilomaníacos no sólo se arrancan el pelo de la cabeza, también el de otras partes del cuerpo.
Ya hay cientos de individuos que sufren como ella con los que ha hecho contacto. Además de muchísimos comentarios bajo los videos, tiene una caja llena de cartas de admiradores, a quienes procura contestar.
Hay quien le escribió una carta de diez páginas en las que se explayaba sobre su depresión.
“Resulta abrumador, porque algunas de estas personas no pueden hablar con sus padres o sus amigos, pero me lo pueden contar a mí”.
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