LOS ÁNGELES, (AFP) – Dos chicas de 14 años luchaban entre la vida y la muerte este sábado tras un tiroteo la víspera en su escuela secundaria cerca de Seattle, Estados Unidos, en el que murieron dos personas, incluido el atacante, y otras cuatro resultaron heridas.
Las dos estudiantes recibieron disparos en la cabeza y fueron operadas. “Los tres próximos días serán cruciales”, declaró Joanne Roberts, médica del Providence Regional Medical Center, ubicado unos 50 km al norte de Seattle y donde las pacientes fueron hospitalizadas.
Otros dos alumnos resultaron heridos durante el tiroteo, uno en la cabeza que ahora se encuentra en estado crítico y otro, de 15 años, en la mandíbula y que está en estado grave. Ambos están hospitalizados en otro centro de la zona, el Harborview Medical Center.
Los disparos fueron perpetrados por un estudiante identificado como Jaylen Ray Fryberg, un joven de origen amerindio que sus amigos describían como “gentil” y popular y que era una de las estrellas del equipo de fútbol del colegio Marysville-Pilchuck, situado en el estado de Washington, en el noroeste de Estados Unidos.
El joven actuó solo y luego se suicidó con su arma, que había sido adquirida legalmente por su padre, según la cadena CNN.
Según varios testigos, los disparos tuvieron lugar en la cafetería del colegio. Un alumno afirmó al Seattle Times que Jaylen Fryberg “quería a una chica joven que no quería salir con él, y que formaba parte de las personas a las que disparó”.
La Policía aún no hizo comentarios sobre la información, afirmando que se encuentra en el inicio de las investigaciones.
Como sucede tras cada tiroteo, se multiplicaron las voces en los medios y las redes sociales pidiendo mayores restricciones a la venta de armas de fuego.
Incluso el jefe de la Policía de Marysville se sublevó el viernes en una conferencia de prensa: “es tiempo de que examinemos nuestros valores (…) Es tiempo de que actuemos”, opinó.
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