Las madres dominicanas, desempleadas o con sueldo mínimo, actualmente se encuentran desprotegidas por falta de una ley que las ampare, o un programa de apoyo económico que las proteja o ayude al momento de separarse de sus parejas y tener hijos sin matrimonio.
La manutención obligada del padre para sus hijos, resulta insuficiente, al considerar que las madres al momento de la separación matrimonial, o en el momento de quedar embarazadas fuera del matrimonio, queda con la mayor responsabilidad del cuidado de los niños.
Además, de que las mujeres dominicanas trabajan por sueldos menores que los hombres, según encuesta Demográfica y de Salud 2013, ENDESA, la desigualdad salarial o la discriminación salarial entre mujeres y hombres, entendida como la remuneración distinta que reciben por trabajos similares, representa uno de los retos pendientes de documentar y de resolver.
En la ENDESA de 2013, se preguntó a las mujeres que recibían remuneración en dinero si ganaba más, igual o menos que lo que ganaba su esposo, como se esperaba, las mujeres en su mayoría devengan un salario inferior al de los hombres, aún en caso de igual cualificación.
En ese contexto no es de extrañar que 65 de cada cien mujeres informaron ganar un salario menor que el de sus esposos o compañeros, un 15% gana igual cantidad de dinero que el esposo o compañero y solo un 17% tiene ingresos superiores.
Las mayores desventajas salariales se observan entre las mujeres más jóvenes y las que cursaron algún curso del primer ciclo de la primaria. El 70% de las mujeres entre 15 a 19 años y el 74 % de las que tienen de 20 a 24 años, el 73% y 71 % de las que tienen educación primaria (primer ciclo) informaron ganar un salario menor que sus esposos.
A consecuencia de esto el Estado dominicano no proporciona ningún apoyo o ayuda económica a las madres solteras, en especial a las desempleadas y las que ganan el sueldo mínimo.
A raíz de esta situación que padecen miles de dominicanas, las mujeres se ven en la obligación de tener multiempleos , que las obliga a permanecer menos tiempo en casa con sus hijos ,mientras sufren necesidades básicas y tienen menos tiempo para terminar sus estudios o continuar su educación académica.
Educación
Según ENDESA, entre las mujeres de 15 a 19 años y las de 20 a 24 el quedar embarazada es la razón más importante para dejar de estudiar, con porcentajes del 20 y 23 %, respectivamente. En las de 25 a 29 años la razón más importante es el trabajo, con 23% de las mismas, seguido por “cuidar los niños” un 21%.
Una educación de calidad y acceso a métodos anticonceptivos en los nuevos jóvenes, también causa el aumento de las cifras de madres jóvenes. Según el último estudio de la CEPAL, los países con mayor maternidad en jóvenes de entre 15 y 19 años son Nicaragua (19,9%), República Dominicana (19,7%) y Ecuador (17%), mientras que los niveles más bajos se registran en Uruguay (9,5%), Costa Rica (11,1%) y Perú (11,5%).
Un 28% de mujeres en América Latina fue madre antes de los 20 años, la segunda región del mundo con mayor fecundidad adolescente después de África Subsahariana.
Casi un 30 % de las jóvenes en América Latina han sido madres antes de cumplir los 20 años, que alerta de la necesidad de ofrecer una educación sexual integral y un mayor acceso a métodos anticonceptivos.
La mayoría de estas jóvenes pertenece a los niveles socio-económicos más desfavorecidos, lo que fomenta la reproducción intergeneracional de la pobreza y compromete la autonomía de las mujeres para emprender sus proyectos de vida.
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