Un hombre celoso mató ayer a cuchilladas a su exconcubina y a un hijo de ambos de dos años, y acuchilló a otro hijo de tres, y luego intentó suicidarse, en Cerro Gordo, Guayubín, provincia Montecristi, porque su expareja había iniciado una relación sentimental con otro hombre. Carolina Valerio, de 22 años, y su hijo Anderson Pascual Valerio, de dos años, fueron asesinados por Richard Miguel Pascual Jiménez, de 27 años, quien intentó suicidarse luego, causándose varias heridas con el arma que usó para cometer los crímenes.
Carolina Valerio murió cuando era trasladada de urgencia al hospital Luis L. Bogaert, en Mao.
Sufrió múltiples heridas penetrantes a nivel de la base del cuello, el vientre, el pecho y el costado izquierdos, según certificó el médico legista actuante en el caso.
Mientras que el niño Anderson Pascual Valerio, de 2 años, falleció por heridas penetrantes en distintas partes del cuerpo provocadas por su padre.
En tanto que Miguel Ernesto Pascual Valerio, de tres años, fue herido en el cuello por su padre, pero el infante logró sobrevivir.
Está recluido en un centro de salud donde es tratado por varios psicólogos.
El cuchillo utilizado por Pascual Jiménez para cometer la tragedia, fue recuperado por las autoridades en el patio de la vivienda donde se produjo este hecho de sangre.
Pascual Jiménez, quien se encuentra internado en el hospital Luis L. Bogaert causa de varias heridas punzantes que se infirió, narró a investigadores policiales que cometió el hecho en un arranque de celos, porque se enteró que Carolina había iniciado una relación amorosa con un primo de él, identificado como William Jiménez.
Dijo que llevaba dos meses separado de la madre de sus hijos y que quería reconciliarse con ésta a lo que ella se oponía.
Ambos cadáveres fueron enviados al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) para fines de autopsia, mientras que el victimario y el arma homicida serán enviados por ante el Ministerio Público del Distrito Judicial de Montecristi, para los fines procedentes.
La tragedia ha causado consternación entre los residentes en Cerro GTordo, en Guayubín, donde vivía la pareja.
Escrito por Maxwell Reyes de ElNacional
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