HATO MAYOR. Un hombre decidió poner fin a su vida al suicidarse de un balazo a la cabeza, tras ser sorprendido por empleados de una finca con dos vacas descuartizadas, en hecho registrado en la comunidad ganadera de Viviana, Distrito municipal Vicentillo, a 50 kilómetros al norte de la Provincia El Seibo, reportó la Policía Nacional.
Luis Alberto Severino, de 39 años (Kínder), residente en Hato Mayor, se habría dado un balazo por la sien derecha con salida por la izquierda con una pistola 9 milímetros, que portaba ilegalmente.
El supuesto cuatrero viajaba en una camioneta color vino de doble cabina y al verse acorralado se desmontó con pistola en mano.
Kinder estaba en libertad bajo fianza por supuestamente participar en la muerte de un comerciante en El Rancho de El Seibo
"El trató de dispararnos, pero le advertimos que no lo hiciera, por lo que él sacó un dinero del bolsillo y nos pidió que se lo dieran a su hija, porque se iba a matar por la vergüenza que le daría a la familia al saber que robaba vacas", dijo Gerardo Rosario Félix, administrador de la finca, donde fueron descuartizadas las dos vacas lechera.
Al dispararse, su cuerpo quedó boca arriba en medio de un charco de sangre y la pistola le quedó debajo de pierna izquierda.
A dos metros de la cabeza, fue localizado el casquillo del arma disparada.
Vestía una bota de goma, un Jean azul y una franela blanca.
El vehículo, una Ford, color vino, placa número L089698, quedó encendida y sobre la misma, tapada con una lona, había dos reses descuartizadas.
Según el administrador de la finca, unas 20 reses habían sido descuartizadas, por lo que se pusieron al acecho.
En el levantamiento del cadáver participaron la fiscal Kenia Romero, la legista, Teresa Aquino y miembros de la policía.
Tras ser levantado el cuerpo fue llevado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), en San Pedro Macorís, para fines de autopsia
Para fines de investigación fueron detenidos los encargados de la finca, donde fueron hurtadas las reses.
Luis Alberto Severino, de 39 años (Kínder), residente en Hato Mayor, se habría dado un balazo por la sien derecha con salida por la izquierda con una pistola 9 milímetros, que portaba ilegalmente.
El supuesto cuatrero viajaba en una camioneta color vino de doble cabina y al verse acorralado se desmontó con pistola en mano.
Kinder estaba en libertad bajo fianza por supuestamente participar en la muerte de un comerciante en El Rancho de El Seibo
"El trató de dispararnos, pero le advertimos que no lo hiciera, por lo que él sacó un dinero del bolsillo y nos pidió que se lo dieran a su hija, porque se iba a matar por la vergüenza que le daría a la familia al saber que robaba vacas", dijo Gerardo Rosario Félix, administrador de la finca, donde fueron descuartizadas las dos vacas lechera.
Al dispararse, su cuerpo quedó boca arriba en medio de un charco de sangre y la pistola le quedó debajo de pierna izquierda.
A dos metros de la cabeza, fue localizado el casquillo del arma disparada.
Vestía una bota de goma, un Jean azul y una franela blanca.
El vehículo, una Ford, color vino, placa número L089698, quedó encendida y sobre la misma, tapada con una lona, había dos reses descuartizadas.
Según el administrador de la finca, unas 20 reses habían sido descuartizadas, por lo que se pusieron al acecho.
En el levantamiento del cadáver participaron la fiscal Kenia Romero, la legista, Teresa Aquino y miembros de la policía.
Tras ser levantado el cuerpo fue llevado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), en San Pedro Macorís, para fines de autopsia
Para fines de investigación fueron detenidos los encargados de la finca, donde fueron hurtadas las reses.
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