Una noche de fiestas termina en tragedia en la ciudad de Moca

MOCA, ESPAILLAT. Las familias de este municipio, de todas las clases sociales, están consternadas con el triple homicidio que cometió en la madrugada del jueves, un comerciante, cuando ultimó a su pareja sentimental, a una prima hermana y a una tía de ésta, luego de regresar (los cuatro) de ingerir bebidas alcohólicas por varios negocios de la comunidad.

La tragedia donde Andreína Espinal, María Espinal y Vanessa Espinal, de 24, 43 y 25 años, respectivamente, perdieron la vida, ocurrió en la calle principal sin número de la urbanización Villa Estancia Nueva, en la entrada del municipio por la carretera vieja.

Rafael Sosa (Rafelito Primero), de 51 años, utilizó una pistola calibre 9 milímetros para quitarle la vida a su concubina, así como a su tía y a la prima hermana, con quien se habría molestado por el trato con su compañera.

Los vecinos del lugar confirmaron que a eso de las 5:00 a.m., luego de una discusión, escucharon los disparos. Se confirmó que Rafael Sosa no fue deportado de Estados Unidos, sino que vivió por 20 años en esa nación, acumuló una buena suma de dinero, y se instaló aquí con un carwash, que posteriormente vendió.

Asimismo, Andreína no estaba casada con él, sino que mantenían una relación consensual. No tuvieron hijos.

Le aconsejaron dejarlo

Los padres de la joven, el mecánico Pedro Andrés Espinal (Matota) y María Magdalena Espinal, procrearon cuatro hijos, dos hembras y dos varones. Kelvin Espinal, hermano de Andreína, declaró que a su otro hermano lo llamaron por teléfono para decirle que a su hermana la estaban golpeando. “Salimos a saber de tres muertes, pero jamás pensábamos que se trataba de nuestra familia”, declaró Kelvin.

Dijo que a su hermana se cansaron de aconsejarle que dejara a Rafelito, quien está detenido por el hecho, pero ella nunca les hizo caso. El velatorio de las víctimas se realiza en la funeraria municipal de esta ciudad, y el sepelio será a las 10:00 a.m. de hoy en el cementerio municipal local. La Policía confirmó que el arma homicida estaba amparada por la ley.